Verónica Monsonís (*)
El próximo 14 de febrero se va a celebrar uno de los acontecimientos más populares en todo el mundo, el Día de San Valentín, también llamado en algunos países Día de la Amistad y del Amor.
Cuando hablamos del día de los enamorados, tenemos la impresión de que es un invento comercial de los grandes almacenes para conseguir aumentar la venta de regalos. Si bien es cierto que ésta ha sido la causa por la que se ha generalizado esta celebración y se ha importado a otras culturas a mediados del siglo XX como China o Japón, esta tradición tiene sus antecedentes históricos en fiestas paganas de la antigua Roma asociadas a la fertilidad.
En la actualidad, prácticamente en todo occidente se celebra el día de San Valentín, siendo los países anglosajones los que más tradición tienen en este sentido. Hoy en día se celebra mediante el intercambio de notas de amor conocidas como “valentines”, con símbolos como la forma del corazón o de Cupido, aunque con el auge de Internet se ha extendido la costumbre de intercambiar postales virtuales.
También en este día es común la tradición de regalar rosas a aquellas personas a las que se les tiene un especial afecto (rojas para demostrar amor; amarillas para la amistad; o blancas para la paz)… porque, según mi opinión, el Día de los Enamorados es, como bien dice el nombre, de los Enamorados… y es que podemos estar enamorados de nuestra pareja, pero igualmente podemos sentir amor por otras personas como nuestros hijos, familiares o amigos. En definitiva, invento comercial o tradición ancestral, es cierto que el amor se demuestra diariamente y no solo en fechas señaladas, pero a nadie le amarga un dulce, y no viene mal un día para acordarnos de aquellas personas a las que les tenemos un especial afecto.
Así que os animo a que demostréis el amor y cariño que sentís por vuestros seres queridos, ya sea pareja, madre o un amigo muy especial. Hazle saber que le quieres y cuan importante es para ti, con una rosa, un detalle o un simple beso. Como ya he comentado, lo ideal es que todos los días del año sean San Valentín, pero todos estamos demasiado ocupados en “nuestras cosas”, nuestro trabajo, nuestra rutina… para acordarnos de lo importante que son para nosotros ciertas personas; por eso, aunque la celebración de este día parezca que vaya ligada más al consumo que al recordatorio de aquellos a quienes amamos, vamos a aprovechar el “San Valentín” para obligarnos a hacer un “kit-kat” en nuestro tiempo y hacerle algo especial a ese “alguien” tan importante para nosotros… No gastes en detalles caros, ni fines de semana de escándalo… con un simple TE QUIERO bastará.
(*) Psicóloga.