Si las barcas de cerco cogían en general pescado azul, las de arrastre cogen otras especies y posiblemente se han especializado en una u otra especie dependiendo de los caladeros a donde acuden a pescar.
De acuerdo con las informaciones recibidas, el Cap Prim segon, el Sol tercer y el Faro segundo suelen coger gamba y cigala; el Verge de Loreto coge cigala y bacaladilla y las embarcaciones Verge de Loreto segona, Ricoro II y L’escull segon se han especializado en las multiespecies.
La pesca de estas especies no tiene la misma importancia a lo largo del todo el año, pues el hábitat marino mantiene una forma de vida, y a la misma se adapta la parada biológica en este tipo de pesca. En primavera hay algunas especies más y en otoño suele haber más pescado se roca, ya que los temporales obligan a las especies a salir de sus refugios. En los meses de septiembre y octubre suele haber salmonete de roca y sepia en mayor abundancia.
También hay que contar con la profundidad a la que se arrastran las redes. En primer lugar porque hay unas especies que están en una profundidad y a otra profundidad no están las mismas especies. En segundo lugar y según la profundidad a la que se lanzan las puertas seguidas del ‘bou’ se necesita una longitud de cable y de malleta. El arte del bou que va en último lugar tiene una dimensión de entre 100 y 200 metros.
Nuestras barcas de arrastre se mueven, generalmente, entre Xàbia e Ibiza. En este espacio la profundidad es menor cerca de la costa y conforme nos alejamos de ella, la profundidad es mayor, pero cuando nos vamos acercando a Ibiza vuelve a ir disminuyendo paulatinamente.
Las barcas de arrastre pescan en profundidades mayores de los 50 metros llegando a los 900 metros. Si pescan entre 50 y 200 metros suelen pescar pescado que vive en las proximidades del fondo, también conocido como demersal. Entran en esta categoría de pescado especies como la escorpa (cabracho o rascacio); gallineta, mero, palometa roja, pagre (pargo), rap (rape), rey, moll de platja (salmonete). Para esta profundidad se utilizan de 300 a 400 metros de cable para a continuación lanzar las puertas, luego la malleta que tiene una extensión de 200 metros y el arte de bou que, como ya hemos dicho tiene una dimensión de entre 100 y 200 metros.
Si la pesca se produce entre 200 y 400 metros podremos coger especies como la cigala y el bacallaret (bacaladilla). En este caso hay que lanzar un cable de entre 800 y 1.000 metros más las puertas, más la malleta de 250 metros y el arte de bou.
Si queremos pescar gamba, tendremos que aventurarnos en profundidades superiores a los 400 metros y en ese caso habrá que lanzar unos 1.500 metros de cable más las puertas más la malleta que tiene una extensión de 300 metros y el arte de bou.
Como se comprenderá el lanzar el arte es sencillo, pero el esfuerzo a realizar en la recogida del arte es grande porque a la extensión de todo el arte hay que añadir el peso que pueda llevar el ‘bou’ con lo pescado. De ahí la fuerza motriz a desarrollar por los motores para poder realizar ese esfuerzo.