En primer lugar, quiero felicitar a la edil Elisabet Cardona por el novedoso acto del Día Mundial contra la Violencia de Género, que años atrás se reducía la lectura de un manifiesto y un minuto de silencio. Cuando coincidimos en plena calle, de casualidad, y me trasladó su intención de innovar, dándole una vuelta al evento, me pareció una extraordinaria idea. El asesinato de 48 mujeres en lo que va de 2015 por parte de sus parejas o ex parejas merece algo más de respeto que una conmemoración de diez minutos, una vez al año. Supongo que el resto de la corporación municipal y las asociaciones participantes también reconocieron lo brillante que se desprendía de la idea.
Por ello, le comenté la posibilidad de cerrar el acto cantando una de las mejores canciones que se han escrito en l y que describe de manera muy gráfica el sufrimiento diario de las víctimas: ‘Lo que Ana ve’ del grupo valenciano Revolver. Así fue. Allí estuve aportando mi granito de arena en el cierre del acto.
Los que allí nos congregamos nos encontramos con un homenaje solemne, lleno de palabras de apoyo por parte de varias autoridades, dejando entrever la transversalidad con el que el nuevo gobierno aborda la problemática, y con un punto de interés y plenitud del que ha carecido históricamente.
Que quede constancia que no escribo estas líneas a modo de crítica negativa hacia los anteriores organizadores, para nada. Precisamente, lo hago por destacar lo positivo de la incorporación de ciertos aspectos en esta edición, para que se mantengan y perduren, mande quién mande. Sin embargo, sí quiero lanzar un grito de protesta. No contra ningún político, no contra ninguna institución, no contra ninguna asociación; sino contra el me´n fotisme de la sociedad civil dianense. Nunca cambia. Es lo de siempre.
Es lamentable que el mismo año que fallece una vecina de nuestra ciudad, a consecuencia del machismo creciente en nuestra sociedad, tan solo nos reuniéramos en los bajos del Ayuntamiento unas decenas de personas. Creo que la lucha contra la lacra de la violencia de género es suficientemente prioritaria y relevante como para que suceda tal desprecio por parte del pueblo de Dénia respecto a las víctimas, tanto las que sufren violencia en la actualidad como las que ya nunca más podrán contarlo. Es verdaderamente vergonzoso. Espero que en 2016 la cosa cambie y nos multipliquemos. Ya les vaticino que no va a ser así.
(*) Periodista.