El pasado día 3 de julio tuvo lugar la presentación del libro de las fiestas de Moros i cristians de Xàbia y al mismo tiempo comenzó la cuenta atrás de estas fiestas que esta tarde de sábado, tendrán su presentación en acto oficial tras el disparo del cohete, encendido de luces y entraeta de representantes y estandartes de les filaes participantes.
Cuando se llega al punto de presentar al público el libro de fiestas, lo más importante de la fiesta ya está hecho. Ya está organizado todo y sólo se espera que todo resulte bien. El resto de tiempo festivo es un fluir tranquilo aunque el ruido, la música y la euforia estén presentes, los gritos, los ritmos y desfiles… todo debe fluir como el agua tranquila que lo hace por el cauce.
Y todo lo que ocurra a continuación no es producto de la improvisación sino de una organización y se debe al trabajo de todos los protagonistas. Pero siempre hay nervios a flor de piel por si alguna cosa no se realiza como se había pensado, por si surge un incidente que no se había prevenido, por si al azar manipula alguna cosa, por si…; la cantidad de posibilidades de que algo no ocurra como se había pensado es mucha, pero siempre queda la confianza en que todo saldrá bien. Y es que siempre debe haber un equipo de trabajo en la base de toda organización. No se puede dejar todo a expensas de cuatro personas. Todos han de contribuir a que se alcance el éxito. Todos han de sentirse responsables.
Publicar un libro es relativamente más fácil que editar una revista o publicación de fiestas. Hay mucho trabajo previo tras algo tan sencillo como el libro de fiestas. Veréis que el libro de fiestas de este año tiene una portada diseñada por Juanjo Mayor Catalá que con tres elementos de la infancia y de la era del plástico (los mayores teníamos soldados de plomo) ha hecho una composición rompedora con las portadas de otros años y al mismo tiempo alegre, sencilla y grácil.
La calidad y espectacularidad de las fotografías que muestran a los protagonistas es excepcional, pero también las del resto dando mucha prestancia al libro que queda como recuerdo y crónica de un año. Cuando repasamos la historia de los Moros i cristians en Xàbia nos encontramos con un desierto de noticias en algunos de los años pasados y es que en los inicios no se tuvo en cuenta el hecho de construir estas crónicas anuales, que constituyen los libros de fiestas. Y, además, en este caso, el libro incorpora una crónica de lo acontecido durante el año quedando constancia de muchos eventos que de otra forma no tendríamos memoria.
La búsqueda de las fotografías, de los colaboradores literarios, de los anunciantes y coordinación de la publicidad, de las presentaciones de las que el libro de fiestas lleva cinco suponen un esfuerzo grande y en muchos casos las personas que están detrás tienen que ejercer de ‘pesadas’ reclamando el texto, la foto o el anuncio porque el otro se retrasa y no lo hace en el tiempo previsto. Por esto decía que publicar un libro es más sencillo que un libro de fiestas. Un libro depende de uno, pero un libro de fiestas tiene muchos flecos. El trabajo de coordinación con la imprenta ha de ser constante y en este caso me consta que desde la Junta y su presidente han estado en continuada relación en este periodo.
Pero la Junta no sólo ha hecho el libro de fiestas, porque hacer el programa de las mismas es otra de las tareas que se toman los organizadores. Calibrar todos los festejos en época de penurias es tarea ardua y llena de obstáculos. Y que luego el balance de cuentas no se descuadre. En fin, que todo lo que estos días viviremos, está organizado pensando en nosotros, en los demás. Sólo queda disfrutar aunque el ruido ensordecedor de los trabucos no nos termine de gustar, pero ello es consustancial con la fiesta, que en su origen es rompedora con la monotonía cotidiana y transgresora. Felices festes de moros i cristians de Xàbia.