De bibliotecas, libros, internet… (y XII+I ó 13). Las redes sociales

juan_bta_codina_basEn primer lugar he de decir que hay mucha gente a la que le crea problema la utilización del número 13, por lo que he decidido culminar estas reflexiones con 12+1. El mundo de la pesca suele tener esta superstición hacia el número 13 junto a dos o tres cuestiones más por lo que se crean eufemismos a la hora de nominarlas.

Cuando pensaba dar por terminadas mis reflexiones sobre bibliotecas y por extensión los archivos, los libros e internet me encuentro con un nuevo concepto que es el de las redes sociales y que los mayores no estamos muy familiarizados, pero no por ello debemos estar al margen de los mismos porque en algún momento podemos recurrir a los mismos. Cuando queremos investigar y acercarnos a un tema debemos ver todas las posibilidades que el entorno nos ofrece para que nuestro acercamiento sea lo más fructífero posible.

Pues bien con una visión ‘panorámica’ quiero decir que Facebook es una red social que permite relacionarnos con nuestros amigos. Twitter nos posibilita interactuar con la gente en tiempo real, y conocer minuto a minuto la actividad de mucha gente. Linkedin nos ofrece la posibilidad de establecer contactos profesionales, alianzas, generar conocimiento, informarnos, capacitarnos y participar de proyectos. Por último Blogging nos permite hacer conocer nuestra área de conocimiento, aportando ideas nuevas, permitiendo el feedback de los usuarios y la colaboración de los mismos.

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De momento, yo no tengo ni participo en nada de esto, pero sí que debemos estar al tanto de estos lenguajes porque debemos ser conocedores de los límites y posibilidades de estas herramientas para sacarles provecho al máximo. Hasta ahora Internet, la web y un ordenador, nos servían únicamente para conectarnos, buscar información, y esperar. Con estas nuevas herramientas podemos tener un papel más participativo. Las redes sociales nos permiten eso. Tienden puentes que hacen fácil darse a conocer no por lo que dices ser sino por lo que haces. El aprovechamiento de las redes sociales resulta, pues, eficaz. Pero también puede ser peligroso.

Hace unas fechas, uno de mis hijos vio en Facebook una fotografía de cuando eran pequeños que no les gustó, por el ‘careto’ que ponían en la misma. ¿Qué había ocurrido? Que la persona que remitió la fotografía quiso contar su trayectoria y para ello hizo un relato acompañado de fotografías de distintos momentos de su vida, sin percatarse que en esas fotografías había otras personas a las que no preguntó si querían estar en esa red social y ella la puso sin más. Mis hijos se encontraron con una imagen que no les gustaba y ahí queda eso.

Los documentos de los archivos no suelen aparecer en estas redes sociales, aunque en el futuro deberían conservarse sus contenidos, ya que lo que allí aparece son los ‘documentos’ de nuestra vida cotidiana del siglo XXI y no deberían quedar al margen de su archivo y conservación. ¿Dónde se guarda todo lo que aparece en las redes sociales? No lo sé, pero habría que tenerlo presente porque de todo esto estamos dejando a la humanidad huérfana de noticias sobre este siglo y cuando dentro de 500 o 1000 años, busquen cosas sobre estos años no tendrán nada. Ya no escribimos sino sólo enviamos ‘mensajes’ que podemos borrar. El teléfono y el móvil son tan cotidianos que lo que antes decíamos por carta, ahora lo decimos de viva voz y luego se borra.

Así como el archivo de la Corona de Aragón guarda documentos del pasado del territorio de la Corona citada, ¿qué archivo guardará todo lo que hoy tenemos en nuestros ordenadores, nuestras cartas… Es urgente ponerse a pensar cómo podremos conservar todo esto para los estudiosos que en el futuro quieran conocer el pasado, hoy nuestro presente.

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