De bibliotecas, libros, internet… (VIII). Los lectores y el hojeo

juan_bta_codina_basEstamos hablando de las bibliotecas y de los libros. Hoy podemos aprender de muchos libros. Nuestra mente está preparada y abiertas las ventanas para formarnos. Pero a los libros les complementan la prensa, las revistas, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Hoy podemos decir que tenemos todo el conocimiento a nuestro servicio.

Todos habréis visto un cartel bastante usual en las bibliotecas donde se anuncia: «Hay excomunión reservada a Su Santidad contra cualesquiera personas que quitaren, distraxeren o de otro cualquier modo enagenaren algún libro, pergamino o papel de esta Bibliotheca sin que puedan ser absueltas hasta que esta esté perfectamente reintegrada». Ese curioso cartel que hace sonreír por ese vocabulario del pasado, muestra por otro lado lo valioso de los libros en una época en que éstos circulaban poco y que sólo existían en las bibliotecas. Hay otro dicho que también solemos encontrar en las ferias de artesanía decorando un plato o un ladrillo para comprarlo y ubicarlo junto a los libros que cada uno pueda tener en su casa como aviso preventivo: ‘libro prestado, perdido u olvidado’. Y es verdad, el libro que a veces tiene valor para quien lo tiene, en el momento de dejarlo ese valor cambia para quien lo recibe y bien lo considera valioso o bien una vez utilizado, lo deja que duerma el sueño de los justos en los anaqueles de la estantería y se olvida de devolverlo.

Pero también existe otro cartel que suelo llevar cuando voy a un archivo y lo coloco junto a mí, sobre la mesa en la que me coloco y voy a trabajar: Habla del HOJEO, como sonido que solo molesta a los necios.

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Esto me lleva a hablar de los distintos tipos de lectores que se pueden encontrar en una biblioteca. Los que van a estudiar y que necesitan concentración; los que van a leer una revista o un periódico, los que van a leer para hacer un trabajo y junto al libro que han solicitado tienen cuartillas que van rellenando y sobre las que toman notas y apuntes; los que van a la hora de la siesta porque en la biblioteca hay silencio y temperatura adecuada para esa ‘becaeta’, también podemos encontrar al que va a ‘ligar’… En fin que hay muchos motivos para acudir a la biblioteca, pero también está el que va a consultar o investigar. Ese es el que debe colocar este cartel del hojeo, para evitar que le llamen la atención porque el pasar las hojas produce un leve sonido que pudiera ser molesto, sobre todo para el que necesita concentrarse por cuestiones de estudio.

Cuando acudo a una biblioteca, es porque necesito consultar un libro para completar alguna investigación que estoy realizando. Hace poco quise consultar el Diccionario de Hacienda con aplicación a España de José Canga Argüelles y que consta de 2 tomos. Impreso en 1833. Mi cometido era ver aquellas entradas que podían interesarme por facilitarme un conocimiento de algún aspecto que me presentara dudas. No era cuestión de leerme los dos tomos. Hice un recorrido por las páginas de los dos libros (lectura oceánica), fijándome en las entradas y parando en aquellas que me interesaban. Había muchos conceptos que pasaba por alto y en otros me detenía. Cada hoja la miraba por si tenía alguna cosa de interés y la pasaba, por lo que el hojeo era constante.

En otra biblioteca consulté revistas médicas. Suelen estar encuadernadas por años, a veces estás toda una mañana de consulta y no hay nada de lo que buscas, pero otras veces aparecen muchos datos de los que tomar nota. Esto lo hice para buscar datos relativos al médico González Castellano. También aquí el hojeo es algo usual y necesario. Lectura oceánica y hojeo constante son dos elementos que se compaginan y que bien pudieran ser molestos para el que está al lado. Claro que luego nos encontramos con personalidades como la de Descartes que elucubraba sus grandes conocimientos en el fragor de las batallas o la del filósofo Kant que la caída de un lápiz de la mesa le distrajo y le hizo perder el hilo de su pensamiento. Si en mi hojeo hubiese estado Kant, seguro que le hubiera distraído y se hubiera molestado.

 

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