EVA PÉREZ OLTRA (*)
Existen diferentes lesiones dermatológicas que pueden presentarse en los pies, las más frecuentes son las siguientes:
– Heloma: Un heloma o “callo” se manifiesta principalmente en los dedos, en la cara dorsal de las articulaciones y en los salientes óseos. En ocasiones el zapato puede provocar zonas de roce por una costura interior mal diseñada, una aspereza, una puntera muy estrecha, un número inapropiado o un material nuevo y duro.
– Tiloma e Hiperqueratosis: Son similares al heloma, pero en este caso la piel recibe un exceso de presión, su localización es habitualmente plantar, en particular en las cabezas metatarsianas y talón.
El tratamiento es la quiropodia, que consiste en retirar con el bisturí toda la zona afectada de la piel y eliminar el agente causante de la lesión ya que por el contrario podría volver a formarse en menos de 10 días y aparecer complicaciones.
– Verruga Plantar: Numerosos virus ocasionan lesiones en la piel pero la verruga es la infección vírica más frecuente en la piel del pie. Su aparición es favorecida por la marcha con los pies descalzos sobre un suelo con riesgo de infección (vestuarios, piscinas) y por una disminución de las defensas. Suele aparecer en el antepié o debajo del talón, su tamaño varía desde una cabeza de alfiler hasta el de una moneda y puede ser saliente o plana.
El tratamiento depende de la zona afectada, de la situación y del número de verrugas. Se deben prohibir aquellas técnicas que puedan dejar cicatrices (electrocoagulación y cirugía), sobre todo en la región plantar, por lo que el raspado con bisturí seguido de crioterapia o de la aplicación de una pomada que contenga queratolíticos, será la técnica más fiable.
– Hongos: Los hongos que afectan a la piel del pie se pueden manifestar en tres formas clínicas:
– Interdigital: Es la forma más habitual (afectación de los espacios entre los dedos). La piel aparece blanca y macerada con fisuras de color rojo y con tendencia a extenderse por los dedos y la planta del pie. Puede acompañarse de picor y mal olor.
– Hiperqueratósica: Afecta a toda la planta del pie. Se observa la aparición de placas rojizas recubiertas de escamas. Tiende a ser crónica y no siempre aparecen síntomas.
– Vesiculoampollar: Los hongos aparecen entre los dedos o en la planta del pie y se trata de vesículas o ampollas que cursan con picor, desapareciendo en invierno y reapareciendo en los meses cálidos.
Tratamiento: El Podólogo realiza una valoración de la infección, a continuación limpia toda la zona afectada con el bisturí y le suministra ó receta al paciente una pomada antimicótica.
– Hiperhidrosis: La hiperhidrosis o sudoración en los pies afecta sobre todo a varones jóvenes y deportistas que llevan calzados y calcetines sintéticos. Los principales síntomas son la maceración y la bromhidrosis (mal olor).
Asociados a los consejos higiénicos para los pies, los principales tratamientos locales consisten en sales de aluminio.
– Sabañones: La lesión cutánea se produce durante la exposición al frío (o-15ºC) y la humedad. A menudo afecta a los talones por lo que la piel está lisa, brillante, tensa y de color rosa-violáceo. El picor, el dolor y el edema son habituales. Desaparecen al cabo de 1-2 semanas por lo que el tratamiento debe ser preventivo.
Es importante conocer las lesiones descritas para poder prevenirlas y mantener la piel de los pies sana.
(*) Podóloga. Clinica Kines. Dénia.