¿Las bicicletas son para Dénia?

El debate sobre movilidad de CANFALI Marina Alta

Para parafrasear el título de aquella película de los años 80, basada en una obra de teatro escrita por Fernando Fernán Gómez, titulada «Las bicicletas son para el verano», solo habría que ponerle una interrogación y trasladarla a nuestra ciudad, para encender el debate radiofónico que se celebró esta semana en Canfali Marina Alta, a través de Dénia FM. Los tertulianos fueron Javier Scotto, concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad de Dénia, y dos usuarios de bicicleta, Roland Bartels (quien también colabora en la publicación de artículos en las páginas de Canfali) y Luis Silvestre.

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En un momento en que se promueve la movilidad sostenible y el respeto al medio ambiente, la bicicleta emerge como una alternativa saludable, económica y ecológica al uso del coche. Dénia, con su clima privilegiado, distancias moderadas y un entorno natural envidiable, parece ser el escenario perfecto para fomentar el uso de la bicicleta. Sin embargo, la realidad para muchos ciclistas urbanos dista mucho de esta visión idílica. La falta de carriles adecuados, la deficiente señalización, la convivencia difícil con peatones y vehículos, y la falta de conciencia vial por parte de todos los actores implicados son solo algunos de los retos que enfrentan.

Por lo tanto, nos planteamos la pregunta: ¿está realmente Dénia preparada para convertirse en una ciudad amable con los ciclistas? ¿Qué se está haciendo y qué falta por hacer? ¿Qué responsabilidad tienen el Ayuntamiento, los ciudadanos y los propios usuarios de la bicicleta? En la tertulia de esta semana de Canfali se planteó el debate sobre los retos, las carencias y las posibles soluciones para que moverse en bici por Dénia deje de ser una carrera de obstáculos y se convierta en una opción viable para todos.

Scotto: Dénia tiene el potencial, pero falta una cultura ciclista arraigada

Scotto comenzó su intervención destacando que Dénia cuenta con las condiciones para convertirse en una ciudad amable con la bicicleta, aunque aún no está preparada. Con solo un 2% de los desplazamientos realizados con bicicleta, subrayó la falta de cultura ciclista, a pesar de que un 85% de la población posee una bicicleta. Insistió en la necesidad de mejorar las infraestructuras, ya que actualmente muchos carriles bici son incompletos, están mal conectados o terminan «en ningún sitio». También recordó que la convivencia entre vehículos y bicicletas es complicada por el exceso de velocidad en zonas urbanas, con vehículos detectados a 80 km/h en zonas donde la velocidad máxima debería ser de 30 km/h. Propuso que, ante la dificultad de crear carriles segregados, se fomente el uso compartido de la calzada con velocidades limitadas en zonas 20, 30 o 40, al estilo de ciudades que priorizan la seguridad. Concluyó afirmando que el Plan de Movilidad ya contempla mejoras importantes, como la conexión segura de la vía verde con el núcleo urbano.

Roland: Más transporte público y MAYOR fluidez en los carriles bici

Roland, residente en las Rotes, compartió su experiencia cotidiana, destacando que a menudo tiene que caminar por la falta de transporte público regular y la dificultad para conseguir un taxi. Ironizó sobre la situación, diciendo: «Si tienes suerte, coges un taxi, si no, vas caminando». Criticó los carriles bici de la ciudad, afirmando que «no puedes ir 100 metros seguidos sin parar», lo que rompe la fluidez y desmotiva el uso de la bicicleta. También denunció que la carretera de las Rotes sigue limitada a 50 km/h cuando «debería ser zona 20 como mínimo», creando situaciones peligrosas para ciclistas y peatones. Roland propuso la implementación de medidas de prueba como cortar temporalmente calles para experimentar con otros modelos de movilidad, así como una mejor señalización para priorizar la bicicleta. Lamentó que en Dénia «aún no hay cultura de darle prioridad a la bicicleta» y destacó la confusión existente con la señalización, como en el túnel, donde «nadie sabe si puedes pasar con bici o no».

Luis: Falta coherencia y seguridad en la infraestructura ciclista

Luis, ciclista habitual, criticó la falta de coherencia y seguridad de las infraestructuras ciclistas de Dénia. Afirmó que muchos carriles bici «comienzan en un lugar y terminan en ningún lugar», lo que obliga a los ciclistas a bajarse de la bici y continuar a pie. Lamentó que la bicicleta «no está integrada como un vehículo real» y es vista más como un obstáculo que como un medio de transporte. Destacó que el problema no solo radica en la infraestructura, sino también en la cultura vial, ya que muchos conductores no respetan ni la distancia de seguridad ni los límites de velocidad. Luis abogó por una convivencia real y segura entre vehículos y bicicletas, y subrayó la necesidad de más escucha activa de los colectivos ciclistas para mejorar la planificación de las infraestructuras. Insistió en la importancia de una voluntad política clara para priorizar la movilidad sostenible y romper la inercia del coche privado como opción preferida para los desplazamientos.

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