La insuficiencia cardíaca y los accidentes cerebrovasculares

La Unidad de Cardiocare del Hospital San Carlos de Dénia pone el foco en los riesgos derivados de la fibrilación auricular y la insuficiencia cardíaca, patologías que afectan al correcto funcionamiento del corazón y que están estrechamente relacionadas pudiendo coexistir en muchos pacientes, lo que agrava su pronóstico y complica su tratamiento.

            El Dr. Emilio Galcerá, cardiólogo del Hospital HLA San Carlos, explica que “la fibrilación auricular es el tipo más común de arritmia cardíaca. Se caracteriza por latidos irregulares y rápidos en las aurículas del corazón. Algunos de los principales factores de riesgo que pueden llevar a desarrollar esta dolencia son la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad y enfermedades valvulares”. “Los síntomas de la fibrilación auricular”, continúa, “pueden variar desde palpitaciones, fatiga y mareos hasta episodios asintomáticos que dificultan su diagnóstico temprano. Además, esta arritmia aumenta significativamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares debido a la posible formación de coágulos en el corazón”.

            Para el doctor, “la insuficiencia cardíaca es una condición en la que el corazón no puede bombear sangre de manera eficiente para satisfacer las necesidades del cuerpo. Puede ser causada por diferentes enfermedades, incluyendo la hipertensión, el infarto de miocardio y la propia fibrilación auricular”. Los síntomas de la insuficiencia cardiaca incluyen dificultad para respirar fatiga, retención de líquidos e hinchazón de piernas y tobillos.

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            La fibrilación auricular y la insuficiencia cardíaca frecuentemente coexisten y se potencian mutuamente. La fibrilación auricular puede contribuir al desarrollo de insuficiencia cardiaca al reducir la capacidad de bombeo del corazón y aumentar la carga de trabajo de éste. A su vez, la insuficiencia cardiaca puede predisponer a la aparición de fibrilación auricular debido a la remodelación estructural y el aumento de la presión en las aurículas.

            El tratamiento de ambas enfermedades debe ser individualizado y multidisciplinario, tal y como se realiza en la Unidad Cardiocare. Para los especialistas del centro, el objetivo principal, en el caso de la fibrilación auricular, es controlar la frecuencia cardíaca, restaurar el ritmo normal cuando sea posible y prevenir la formación de trombos mediante medicación anticoagulante. Por otra parte, el tratamiento para la insuficiencia cardíaca incluye el uso de medicamentos como los betabloqueantes, inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona y diuréticos para eliminar el exceso de líquidos, cambios en el estilo de vida, como el control de peso, el ejercicio físico y la reducción del consumo de sal. En algunos casos, se pueden emplear terapias avanzadas como la ablación por catéter para la fibrilación auricular o dispositivos como el desfibrilador implantable o el marcapasos resincronizador para la insuficiencia cardiaca. Todo esto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y el pronóstico del paciente.

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