El ejercicio político de 2025 en Ondara ha sido ciertamente controvertido. Primero, por el aplazamiento en la aprobación de los presupuestos que se produjo en primavera, casi al mismo tiempo que la apertura de puertas del Centro de Día; después, al surgir cuestiones como el regreso de los festejos taurinos al municipio; para acabar con la polémica del IBI y la retirada del debate de la previsión de gastos e ingresos configurada por el equipo de gobierno de cara al próximo año.
El alcalde, José Ramiro, aborda todas esas circunstancias en el balance del año para CANFALI MARINA ALTA, junto a otros aspectos clave para el futuro del municipio como la gestión del agua, las actuaciones urbanísticas, los retos sociales y la continuidad de un proyecto que marcan el rumbo descendente de la presente legislatura.
P: El año pasado hablábamos de la incógnita sobre la aprobación de los presupuestos. Finalmente se aprobaron en marzo. Usted afirmaba que 2025 podía ser el año del agua si había partida para la reversión de la concesión. ¿Qué ha pasado?
R: La aprobación de los presupuestos de 2025 demostró la voluntad negociadora del equipo de gobierno y, concretamente, de la alcaldía. Tanto es así que cabe recordar que fueron aprobados por unanimidad de toda la corporación, algo que no había ocurrido nunca en la historia de Ondara. Siempre se ha dicho que el alcalde hace y deshace, pero la realidad es que trabajamos para lograr consensos con el fin de mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas y hacer avanzar el pueblo. En cuanto al agua, el aplazamiento se ha debido a un informe técnico que recomendaba realizar el cambio a partir del 1 de enero del siguiente ejercicio, para evitar problemas de facturación y de subrogación de personal a mitad de año. Así que el reto del agua lo afrontaremos a partir de enero; la empresa pública SINMA ya está preparada para hacerlo.
R: El IBI es el impuesto más justo: paga más quien tiene más propiedades o quien posee la propiedad más grande; en cambio, quien tiene pocas propiedades o no tiene ninguna paga poco o nada por todos los servicios que presta el Ayuntamiento de Ondara. La bajada impuesta por el PP y Compromís no tiene otra finalidad que dificultar la gestión del gobierno. Si se reducen ingresos, hay que recortar servicios. Además, las enmiendas que ha presentado la oposición al proyecto de presupuestos de 2026 afectan directamente a cultura, fiestas, promoción económica y turismo. En definitiva, se quiere beneficiar a quienes más tienen a costa de reducir políticas que repercuten en la gente del pueblo.
P: ¿Qué supone para el Ayuntamiento perder 391.000 euros de ingresos en 2026?
R: Supone recortes, porque no se puede hacer lo mismo con menos dinero. El equipo de gobierno había previsto reducir un 8 % las concejalías, manteniendo intactas Cultura, Educación, Bienestar Social y la aportación a las Escuelas Deportivas, nuestras líneas rojas. También reducir en más de un 60 % las inversiones, renunciando a proyectos como la Relación de Puestos de Trabajo o las pistas de pádel. Las enmiendas de Compromís y PP, en caso de aceptarlas, obligarían a subir impuestos en 2027 para cubrir el aumento de los salarios de los funcionarios públicos si se aplicara la RPT. Es una incongruencia que solo perjudica al pueblo, al ponerle el freno de mano para seguir avanzando.
PREGUNTA:
¿Esto aboca a una prórroga del presupuesto?
R: Era uno de los escenarios posibles. Los presupuestos de 2025 fueron los mejores de la historia de Ondara y, si fueron aprobados por unanimidad, por eso entendemos que son válidos para continuar trabajando.
P: Hablemos de la cesión obligada de la plaza para novilladas, impuesta por la Generalitat. ¿Cuál es su opinión?
R: No tiene sentido recuperar las corridas de toros en Ondara cuando hace más de veinte años que no son rentables y, si ahora lo son, es gracias a las subvenciones que les da la Generalitat Valenciana. El PSPV votó a favor por imperativo legal, para evitar denuncias, mientras que PP y Compromís se abstuvieron. Ningún partido quería corridas con muerte, muy diferentes de la tradición festiva local. Esto demuestra que las prioridades del Partido Popular y Vox en la Generalitat Valenciana son cuestionables: ¿toros o más personal sanitario y de emergencias?

P: En el ámbito urbanístico, ¿qué destacaría de las actuaciones en El Xopar y en el sector 9A?
R: Estamos dando pasos para lograr un pueblo más amable. En El Xopar hemos buscado una solución viable para evitar la degradación de una zona afectada por la normativa de inundabilidad y para poder mejorar la parte norte del Barrio del Crist con una salida digna hacia Doctor Fléming. En el sector 9A hemos reactivado un espacio para construir 30 viviendas —12 de protección oficial—, trasladar una gran superficie que afecta la movilidad en el pueblo y crear un parque público. Sin dejar de trabajar en mejoras de accesibilidad y en la unificación de los centros escolares, proyectos imprescindibles para este 2026.
P: La remodelación del Espai Català ha generado debate. ¿Qué repercusión tiene?
R: La oposición critica la adquisición, pero votó a favor de la venta de la parcela municipal que estaba ligada a esa compra. El Espai Català nos ha permitido ahorrar 33.000 € anuales en alquileres y centralizar servicios, como el futuro traslado de la radio, además de contar con un edificio municipal en un lugar más accesible para la ciudadanía. La opción de compra por 360.000 euros es una inversión estratégica.
R: Ante los recortes del gobierno de la Generalitat, hemos logrado salvar las obras en los colegios Sanchis Guarner y Marjals, pero no las del IES Xebic por falta de tiempo. El gobierno valenciano ha priorizado otras cosas, como los toros, en lugar de las instalaciones educativas.
R: Era una voluntad de la alcaldía desde hace años. Siempre he respetado la autonomía de las concejalías, y ahí entraba la negativa de Compromís al modelo de gestión más participativo, como es el que se ha puesto en marcha. Ahora, con la delegación en manos del PSPV, se ha pactado con las familias un modelo más eficiente, con mejoras como la figura del segundo entrenador remunerado, la agilización de la compra de material y nuevos equipamientos, gracias al convenio de colaboración con la asociación.
P: El Centro de Día ya es una realidad. ¿Cómo valora este proyecto?
RESPUESTA: R: Ha sido uno de los proyectos más ilusionantes que he llevado a cabo como alcalde. En abril abrimos un espacio adaptado que mejora el bienestar de nuestros mayores y que ha tenido una acogida magnífica, tanto por parte de las personas usuarias como de la ciudadanía, que sabe que en Ondara cuidamos de nuestros mayores.
R: Ondara cuenta con la Fundación Mare de Déu de la Soledat, con casi cien años de experiencia y arraigo social. Además, la Residencia gestionada por la Fundación ha sido y es un modelo óptimo para garantizar calidad y cercanía; por tanto, aquí en nuestro pueblo apostamos por hacer las cosas bien de la mano de la Fundación.
P: ¿Qué espera de lo que queda de legislatura?
R: Continuar trabajando por los vecinos y vecinas: concejalías de barrio, parque de Tossals, accesibilidad, unificación escolar y mejoras en polígonos para atraer inversiones. Ondara se ha convertido en un polo de atracción social, cultural y económica, entre otros, gracias al trabajo de los últimos años con servicios a la ciudadanía de calidad y gestiones estratégicas que, a pesar de la oposición y su voluntad de recortar, continuaremos llevando a cabo.
P: ¿Optará a la reelección?
R: Aún es pronto. Lo decidiré con la Agrupación Socialista de Ondara cuando llegue el momento.







