INÉS ROIG (*)
Los complementos nutricionales prometen frenar la caída, hacer más fuerte el cabello, aumentar su brillo…Cuando una dieta desequilibrada, el estrés o el otoño dejan rastro en el cepillo, la respuesta puede encontrarse en un bote de comprimidos.
Desde hace unos años, los productos nutricosméticos se han ido haciendo un hueco en nuestros botiquines, a pesar de no ser medicamentos.
Son compuestos de sustancias naturales de origen vegetal o animal, que contienen habitualmente los alimentos y que, administradas por vía oral, aportan al organismo nutrientes que actúan directamente sobre la piel y el cabello, mejorando su salud y aspecto.
Los complementos nutricionales formulados para la caída del cabello basan su eficacia en el aporte extra de algunos elementos que son fundamentales en el metabolismo de las estructuras capilares. Los folículos pilosos están rodeados por venitas que llevan los nutrientes hasta ellos. Si estos nutrientes no son de buena calidad pueden aparecer la debilidad o la caída capilar. Dependiendo de la formulación que tenga, estos complementos incluyen aminoácidos azufrados, zinc, vitamina B6, ácido fólico, hierro o vitamina B12, que son fundamentales para la buena salud del cabello y, en algunos casos, el soporte fundamental de la composición de la queratina.
Antes de decidir el uso de un complemento nutricional capilar, conviene consultar a un experto, ya que no todas las caídas del cabello tienen la misma causa. Por eso, dependiendo del tipo de alopecia, el especialista determinara el tratamiento a seguir. Se puede decir que son especialmente eficaces frente a las alopecias por déficit de elementos como vitaminas, minerales, cistina y aminoácidos azufrados, que generan perdidas de cabello estacionales, por estrés o tras el parto, aunque son poco eficaces o incluso nada cuando se trata de otro tipo de alopecias.
Lo mejor es tomarlos durante dos o tres meses, con periodos de descanso. La explicación es que algunos nutricosméticos capilares llevan vitaminas hidrosolubles que, aunque se tomen en exceso, se van a eliminar del organismo; pero también incluyen otras que son liposolubles y, por tanto acumulativas en el organismo. Por eso es mejor no tomarlas de manera continuada. Aunque en realidad, con una dieta sana no harían falta.
Y si, tras un tiempo prudente de tratamiento, los resultados no son evidentes, es aconsejable acudir al dermatólogo. El será el encargado de diagnosticar si existe algún trastorno que requiera un tratamiento específico. Estos suplementos, utilizados de manera indiscriminada, pueden ser perjudiciales. Hay alopecias que pueden traducir un problema interno (anemia, alteración endocrina…), por lo que es muy importante un correcto diagnostico y tratamiento.
(*) Farmacéutica