Embarazo y higiene oral

DIANA GONZÁLEZ GANDÍA (*)

Durante el embarazo, es un momento en el que se debe prestar una especial atenció́n al cuidado de dientes y encí́as. Los cambios hormonales que experimenta tu organismo durante el período pueden aumentar el riesgo de que llegues a desarrollar una gingivitis.
La gingivitis es una inflamación y enrojecimiento de las encías que puede provocar dolor generalizado de la boca y una mayor tendencia al sangrado, además es un principio de la enfermedad periodontal o como comúnmente se conoce como piorrea.
Los problemas de las encías aparecen a menudo durante el segundo mes del embarazo, suelen ser máximos en el octavo mes y mejoran tras el parto. Si antes del embarazo ya tenías inflamación de las encías o enfermedad periodontal probablemente se agraven.
Durante el segundo trimestre también puede aparecer un “granuloma del embarazo”. Es una lesión abultada localizada en la encía y que sangra con facilidad. La mayoría disminuyen de tamaño o desaparecen tras el parto.
Los cambios hormonales del embarazo no se pueden controlar pero sí se puede controlar la eliminación del resto de factores que provocan gingivitis y que son principalmente: la placa dental (hay que limpiar cada día los dientes) y el sarro (deberás realizar una limpieza de boca con tu odontólogo).
Contrariamente a las creencias populares, el bebé no obtiene el calcio de los dientes de su madre. Cuando el bebé necesita calcio, lo obtiene a través de la dieta o de los huesos de la madre, pero nunca de sus dientes. Tampoco es verdad el dicho popular de que “cada embarazo me costó un diente”. Si estás desarrollando más caries puede ser debido a:
1. Un descuido de tu higiene oral con el consiguiente acumulo de placa bacteriana. Las bacterias de la placa dental utilizan el azúcar que comes para producir ácidos que atacaran el esmalte de tus dientes provocando caries.
2. Cambio de los hábitos dietéticos y horarios. A medida que tu abdomen aumente de tamaño empezarás a comer pequeñas cantidades de comida con más frecuencia por qué enseguida tendrás sensación de saciedad. Debes evitar comer alimentos dulces y/o de consistencia pegajosa (chucherías, zumos envasados, refrescos, bollería…).
3. Vómitos asociados al embarazo o reflujo del ácido del estómago. El ácido del estómago provoca una erosión del esmalte del diente volviéndolo más susceptible a la caries.
Por tanto, si está́s embarazada, asegúrate de practicar una buena higiene oral, lo que implica cepillarse los dientes y realizar limpiezas interdentales a diario. Si combinas esta rutina con una dieta saludable, equilibrada y con visitas regulares al dentista, no sólo prevendrás problemas dentales, sino que contribuirás al desarrollo saludable de tu bebé.

(*) Odontóloga. Cirugía e implantología. Clínica Dra. Gandía.

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