El Mosset, el producto como carta de presentación

Casa Meua és Casa Teua aterriza en un local familiar que apuesta por la calidad y las elaboraciones sencillas

Hace ya casi treinta años que Dionisio López Yagüe y Pepita Coll Conejero abrieron El Mosset en el número 24 de la calle Sertorio de Dénia. Lo hicieron con ilusión y, pese a su juventud, con una buena experiencia a sus espaldas en eso de la hostelería. Con los años, han hecho de aquel negocio un lugar reconocido por la calidad del producto y la sencillez de sus platos. Porque para disfrutar de la buena mesa, no se precisa de sofisticación. El buen hacer, la técnica y una materia prima de calidad suelen ser garantía de éxito. Y eso es lo que han trasmitido a su hijo Ezequiel, que ha heredado de ellos la pasión por la restauración. A sus 24 años, y con una sólida formación, está llamado a coger las riendas de un restaurante que este mes es protagonista del programa Casa Meua és Casa Teua de Els Magazinos.

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La cena en El Mosset se celebrará el jueves 27 de marzo. El menú será una sinfonía de sabores y de productos característicos de la cocina del restaurante anfitrión. Todos ellos con tarjeta de presentación. Es decir, de procedencia acreditada y, además, elaborados al modo tradicional. Con iniciativas como ésta, incluida en el proyecto Cuina de Territori, Els Magazinos y Cerveza Turia homenajean no solo a restaurantes históricos de la Marina Alta sino también a quienes han dejado huella en su cocina y en el paladar de quienes se han acercado a su mesa.

 Dionisio, Pepita y Ezequiel hacen bueno aquel refrán que dice que “de casta le viene al galgo”. Muchos recordarán todavía aquel mítico local del Passeig del Saladar de Dénia que levantaron Dionisio López Ortega y Dolores Yagüe. Jamones Dénia fue la escuela donde Dioni y Pepita hicieron sus primeros pinitos. Al poco de casarse y tener a su primer hijo, que también se llama Dioni, se embarcaron en su primera aventura hostelera por cuenta propia. Pusieron rumbo a Alicante y en la Cervecería Dioni acabaron de curtirse. “Fue allí donde verdaderamente aprendimos”, explica él. Tuvieron que trabajar mucho, asumieron una responsabilidad que antes no tenían y dieron satisfacción a una clientela diferente. “Allí hacíamos de todo, desde tapas y paellas a karaoke y comuniones”, recuerdan. Pepita lo describe como “un bar de barrio, familiar”, en el que se respiraba muy buen ambiente y que, en definitiva, “fue nuestra universidad”.

Pasaron cinco años en Alicante, “hasta que nos dimos cuenta de que lo teníamos todo hecho”. Regresaron a Dénia y, tras una corta temporada en el local del Saladar, abrieron El Mosset. Fue una apuesta un tanto arriesgada, en un barrio que no era ni sombra de lo que es ahora y casi a los límites de la ciudad, cuando todavía Joan Fuster no era la avenida que hoy conocemos. Tenían claro lo que querían. No podían faltar el buen jamón, el buen queso y el buen vino. Ni tampoco una plancha a la vista.

“Desde el principio apostamos por el buen producto”, señala Dioni, “y si teníamos cuatro latas, tenían que ser latas buenas”. El rabo de toro, de Córdoba. El atún rojo, de Isla Cristina y del Mediterráneo. El cabrito, de Murcia. El queso y el embutido, manchegos. Las alubias, de Tolosa. Los garbanzos, pedrosillanos. Y así un largo etcétera que pasa por el pescado fresco, los salazones y el producto de la Marina Alta.

En El Mosset presumen de estar vinculados al sello Bancalet y de haber ido introduciendo comida casera y de cuchara en una carta que ha ido evolucionando sin dejar de lado el apego a la tradición. Sirvan de ejemplo la ensalada de ‘capellans’, el puchero o la ‘llandeta’.

Aunque Dioni hijo, Belín y Ezequiel estuvieron siempre en contacto y ayudaron con el negocio familiar, fue al benjamín de la familia a quien le dio por estudiar cocina. Lo hizo en el Cdt, donde cursó el ciclo superior de cocina y se especializó como maestro arrocero. Ahora es Dionisio quien aprende de él, confiesa el padre, quien tiene claro que hay que dar paso a las nuevas generaciones.

Para el hijo, es importante mantener lo que se ha conseguido durante tantos años de trabajo, sin caer en la rutina y con una mentalidad abierta. Por eso, los almuerzos siguen siendo una de sus mejores tarjetas de presentación. Nos recomiendan el bocadillo Arco Iris, “el que nos hacía mi padre cuando íbamos de viaje”, recuerda Dioni. Lleva bonito en escabeche -“¡que sea de Ortiz”, precisa-, pimiento del piquillo, anchoas y piparra vasca. El clásico, de jamón de bellota, no falla. Pero hay una larga lista de bocadillos entre los que elegir, con nombres tan sugerentes como Alvarito, Javito o Cojonudo. O tan ligados al séptimo arte como Jack Sparrago, Kevin Bacon, Clint Eastwood o Dicaprio. Porque en El Mosset gustan del cine. Y para comprobarlo, por si alguien no se había dado cuenta, solo hay que echar una ojeada a las fotografías que cuelgan de las paredes del local.

Ezequiel, Dioni y Pepita son el corazón de El Mosset. El primero “es la perfección”, dice el hijo. “Lo necesito, por su rectitud, porque quiere que todo esté controlado y como debe estar”, añade. Su madre, que ha estado una larga temporada fuera pero siempre ligada a la hostelería, “es la cara amable del restaurante”, indica el joven. Regresó en enero de 2025, después de 12 años, precisa ella, a “lo que siempre ha sido mi casa”. Allí comprueba, día a día, cómo el hijo disfruta con su trabajo. Porque a él, afirman los padres, “le gusta lo que hace y además tiene don de gentes”.

Desde hace ya unos años, con el apoyo de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta (AEHTMA), participan en la organización de jornadas gastronómicas, como las de cuchara, del arroz, de cocas de la Marina o de croquetas. Es habitual verlos participar también en la Ruta de Tapas.

El secreto de su éxito, “no escatimar nunca en el producto”. Llevan casi 30 años con el mismo proveedor de carne y todavía trabajan con el mismo proveedor de salazones con el que lo hacía Dioni “el jamonero”. “Ofrece un buen producto y siempre hablarán bien de ti”, sentencian.

La cena del jueves 27 de marzo, a las 21 h., en El Mosset Dénia: Pan de masa madre con sobrasada de Mallorca, ajos encurtidos y piparra vasca; Tomate Cherokee con salazones murcianos y capellán de Dénia; Jamón de bellota de Huelva y Queso Manchego curado en manteca de Cerdo Ibérico DOP; Nido crujiente con mojo picón de cilantro, gulas, gambas y ajos tiernos, mermelada de tomate, pimiento del Piquillo y huevo frito; Bacalao de anzuelo con base de escalivada y patata panadera; Rabo de toro Utrero de Córdoba al vino tinto de la Marina Alta; Postre: Tarta valenciana de almendra artesana de Vimar pastelería con helado de turrón de Hnos. Verdú (Dénia). Maridaje: Cervezas Inedit y Turia con dos de los platos. Precio: 48€; Reservas: 966425416.

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