El corredor del Mediterráneo y el tren de la costa en 1864 (III)

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La comisión que había presentado el plan de ferrocarriles marcaba la línea de Valencia a Alicante pasando por Novelda. Desde allí se iría bien a Alicante, bien a Murcia. Pero la comisión de la Diputación señaló que no era una línea lógica, ya que debía realizarse una línea directa de Alicante a Murcia y que continuara la de la costa que proponían. Para ello argumentaban razones militares y de defensa nacional.

Cartagena tenía como Valencia grandes guarniciones y recursos militares de los que carecía Alicante, que además era puerto con importante comercio y no debía dejarse abandonado en el caso de ser atacado. Pues bien, las razones que manifiestan es que para un traslado de tropas de Cartagena a Valencia, éstas han de hacer cuatro cambios de tren, lo cual hace perder mucho tiempo y presenta a veces no pequeñas dificultades tratándose de tropas y material de guerra: de Cartagena a Murcia o Zeneta (estación de quinta clase y que en la actualidad es una pedanía de Murcia y está a 13 Km. del centro); de Murcia o Zeneta a Novelda (estación de tercera clase); de Novelda a Venta de la Encina y de la Encina a Valencia. Estos cambios suponían muchas dificultades pues sería muy difícil combinar estas operaciones en este tipo de estaciones que además pertenecían a tres líneas distintas, organizar trenes especiales por falta de jefes, personal y material necesario.

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Para conocer las dificultades que este traslado de tropas genera, contaré una anécdota: En la década de los 70 del siglo XX se hizo un traslado de unos 800 alumnos desde Madrid a Cheste en tren pasando por Valencia, ya que la línea nocturna venia por Albacete. Como la longitud del tren era mayor que la del andén de la estación de Cheste, al llegar a la misma, el tren colocó dos o tres vagones frente al andén y los alumnos de esos vagones, descendieron. Luego se movió el tren para colocar los vagones siguientes y descendieron los que iban en ellos. Así continuó moviéndose el tren hasta bajar el último alumno. Ahora imaginad un traslado de tropas con sus pertrechos y en el siglo XIX.

En el caso de tener que trasladar las tropas de Cartagena a Alicante habría que hacer tres cambios: de Cartagena a Murcia, de Murcia a Novelda y de Novelda a Alicante. Si la línea se realizaba de Alicante a Murcia, los cambios sólo sería uno: de Cartagena a Murcia y de ésta a Alicante. La comisión en su memoria decía: «Con la línea de Alicante a Murcia desaparecen todos los inconvenientes para Alicante; no habrá más que un cambio en Murcia, estación de primer orden, cabeza de línea, con jefes superiores, material y personal abundante para atender a todas las necesidades, y el socorro de Cartagena vendría en momentos. Establecer otra cosa es sacrificar a Alicante en tiempo de guerra».

La comisión planteaba en defensa de esta línea «No puede ni debe dejarse abandonado Alicante, puerto importante de comercio que en caso de guerra sería indudablemente atacado, pudiendo el enemigo fácilmente desembarcar tropas, quemar la ciudad y destruir su comercio, estando seguro de que el socorro que podría venir de Cartagena habría de llegar con un aumento de distancia de 31 kilómetros y tres cambios de coche y de vagones perteneciendo a tres líneas distintas». Nosotros añadimos que los horarios de los tres trenes, de líneas distintas, deberían estar sincronizados para que la tropa descendiera de uno y subiera al otro sin tener que hacer tiempo de espera.

La comisión de la Diputación, tras estos argumentos desde el punto de vista militar o de defensa pasó a razonar la necesidad de esta línea desde el punto de vista comercial y económico. Pero esto lo continuaré en el próximo artículo.

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