Ejercicio y corazón

Dr. V. PALAZUELOS BERTÓ (*)

Dentro del a veces exagerado número de consejos con que diariamente estamos los cardiólogos “machacando” a la población y a nuestros pacientes en particular, está el: “Haga usted ejercicio regularmente”.
 Generalmente esta indicación se produce tras una consulta cardiológica, se demuestre o no la existencia de algún tipo de cardiopatía. De hecho hoy en día está muy consensuada el beneficio de la Rehabilitación Cardiaca tras un cuadro isquémico agudo o postoperatorio al que nos podemos referir en otra ocasión.
 ¿Cuáles son los beneficios de practicar regularmente ejercicio? Hoy podemos afirmar con seguridad que los beneficios que obtenemos son muy diferentes:
 Cardiovasculares: Disminuye el nivel de glucosa (fundamental para diabéticos tanto tipo I como el II, precisando menos tratamiento tanto de insulina como de antidiabéticos orales).
 Disminuye los niveles de colesterol.
 Disminuye o facilita el control de la Tensión Arterial.
 Disminuye o permite un mejor control de nuestro peso.
 Disminuye el estrés, mejorando los estados de depresión, ansiedad, con lo que disminuye a su vez las palpitaciones de origen funcional, lo que hace que el corazón trabaje menos.
 Tras estar cansado por el ejercicio, se duerme mejor.
 A nivel del aparato digestivo, mejora las digestiones y disminuye el estreñimiento.
 Mejora la fuerza muscular, estamos más “ágiles” y previene o retrasa la aparición de osteoporosis y artrosis.
 Al aumentar la velocidad de la corriente sanguínea (flujo), mejora el riego en general y fundamentalmente en los órganos fundamentales (llamados diana), corazón, riñón, cerebro etc, con las ventajas que esto representa para el mejor funcionamiento de estos órganos.
 Después de todo lo expuesto surge la otra gran pregunta: Oiga, ¿cuánto ejercicio puedo hacer?
 Aquí debemos hacer unas clasificaciones basadas en la edad, sexo y la existencia o no de enfermedad cardiaca previa.
 1º) En personas sin cardiopatía: a) Se debe de realizar al menos 3 veces por semana y no en días correlativos, y no se debe de superar lo que conocemos como frecuencia cardiaca submáxima. 85% del total, la cual se calcula con 200- edad (en mujeres conviene disminuir en 10 latidos las cifras obtenidas).
 2º) En cardiópatas, siempre bajo control frecuente de su médico de cabecera o cardiólogo, no se aconseja superar el 60-65 % de dicha frecuencia máxima.
 Nota: No son aconsejables ejercicios conocidos como anaeróbicos.

(*) Médico especialista en Cardiología y Medicina Interna.

Publicidad

 

Suscríbete al boletín de noticias

Pulsando el botón de suscribirme aceptas nuestras Política de privacidad y Términos del servicio
Publicidad