Diabetes. (Pie diabético)

EVA PÉREZ OLTRA (*)

El síndrome del Pie Diabético se va a producir como consecuencia de la asociación de la neuropatía (pérdida de la sensibilidad), la enfermedad vascular periférica (daño u obstrucción de los vasos sanguíneos más alejados del corazón) y la infección, precipitando la aparición de úlceras de distinta evolución, que requieren un tratamiento integral y especializado, ya que convierten al pie del paciente, en un pie de alto riesgo, por lo que es muy importante realizar un diagnóstico precoz y establecer terapias preventivas.
– Neuropatía: Pérdida de la sensibilidad causada por un daño nervioso que afecta a más del 50% de los diabéticos con más de 15 años de evolución. En el pie la pérdida de la sensibilidad afecta primero a la punta de los dedos progresando hacia todo el pie. El paciente pierde la capacidad de defensa ante traumatismos externos que pueden herirle o lesionarle el pie sin darse cuenta; un roce con el calzado, un baño con agua excesivamente caliente, caminar descalzo o tener callosidades pueden ser el inicio de una úlcera que cuando se combina con isquemia o infección, pueden acabar en amputación. Entre el 30 y 40 % de las úlceras de Pie Diabético, se inician por un calzado inadecuado, por falta de cuidados y por la manipulación casera de callosidades o alteraciones ungueales.
– Enfermedad Vascular Periférica: Consiste en el daño u obstrucción de  los vasos sanguíneos más alejados del corazón como ya he dicho anteriormente. Se sabe que el paciente diabético tiene 3 veces más riesgo que el no diabético de desarrollar una afectación arterial, lesiones o gangrena.
– Infección: La presencia de infección en el Pie Diabético agrava las lesiones. La infección puede afectar tanto a las capas superficiales de la lesión como a las capas más profundas, pudiendo provocar una osteomielitis (infección del hueso) que ocasionará el retraso en la cicatrización de la úlcera e incrementará el riesgo de amputación.
Las úlceras suelen salir en áreas de sobrepresión o roce cercanas a prominencias óseas, progresando hacia planos profundos, pudiendo llegar a exponer el hueso. Un diagnóstico correcto y precoz realizado por el podólogo, será fundamental para prevenir las complicaciones.
En cuanto al tratamiento, lo primero que tenemos que hacer antes de tratar una úlcera, es determinar la causa que la ha producido. Posteriormente se realizará la cura de la úlcera:
1º Limpiar la herida para prevenir la infección.
2º Desbridar la herida con el bisturí y eliminar todos aquellos tejidos afectados.
3º Controlar el exudado mediante apósitos.
4º Controlar la carga bacteriana que puede producir la infección mediante antibióticos orales o tópicos (pomadas).
5º Realizar una descarga es muy importante para quitar presión en la zona lesionada. Los métodos utilizados son: fieltros, siliconas, zapatos postquirúrgicos y botas de descarga.
6º Estimular la cicatrización mediante fármacos.
Es muy importante que las personas diabéticas se inspeccionen los pies diariamente buscando la presencia de callosidades, heridas, traumatismo, lesiones ungueales… con el fin de prevenir la aparición de una úlcera y que mantengan una buena higiene y un buen cuidado de los pies.

(*) Podóloga. Clínica Kines. Dénia.

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