Cuando se hacen pis en la cama. ¿Qué hacer?

Dr. LUIS SANTOS SERRANO (*)

El hacerse pis en la cama lo llamamos enuresis nocturna, es un problema que afecta al 15%-20% de los niños de 5-6 años y con mayor frecuencia en  los varones. A partir de esta edad van mejorando de forma espontánea hasta la adolescencia en que solo un 1% persiste el problema.
¿Porqué se produce?
La mayoría de los niños no tienen una causa detectable para mojar la cama. Suele haber una tendencia familiar, de manera que lo mismo le ha pasado a un pariente cercano en un 85% de los casos. Casi un 60% de niños que presentan enuresis nocturna primaria tienen un hermano o progenitor que ha experimentado el mismo problema.
Una explicación podría ser que estos niños tienen un sueño tan profundo que no se despiertan cuando sus vejigas urinarias están llenas. Otra causa podría ser que tienen una vejiga más pequeña, lo que se detecta midiendo el volumen máximo de orina que pueden aguantar. Por fin, algunos estudios señalan que en estos niños existe una tendencia a producir menos hormona antidiurética  por la noche. Esta hormona controla la producción de orina (disminuyéndola). En la mayoría de las personas existe un ritmo de secreción, de tal manera que producen  más hormona de noche y por lo tanto menos orina.
En muy pocos casos existe una causa médica o psicológica, como una infección urinaria, diabetes, problemas en el colegio o en casa (celos por el nacimiento de un hermanito, divorcio de los padres, etc.). En estos casos hablamos de una enuresis secundaria o adquirida, y son los casos que conviene detectar porque son los que necesitan un tratamiento según la causa.
¿Qué actitud tomar?
Se puede considerar normal que el niño se haga «pis» en la cama hasta los seis años. Por lo tanto lo mejor es no intervenir hasta esa edad. A la mayoría de los niños les da vergüenza hacerse «pis», por eso es de ayuda que la familia lo apoye y muestre una actitud positiva. No hay que enfadarse ni castigar al niño si moja la cama, pues lo único que se puede conseguir con ello es empeorar las cosas. Hágale saber que muchos otros niños de su edad mojan la cama. También le consolará saber que otro miembro de la familia ha tenido el mismo problema. El conocer que otros han  estado afectados igual que él, le ayudará a enfrentarse con el problema.
Hay que asegurarse de que el niño no bebe mucho dos horas antes de acostarse. Por el contrario es beneficioso que beba mucho durante el día y animarlo a que aguante todo lo que pueda antes orinar, de esta manera se puede acostumbrar a la vejiga a aguantar mayor volumen de orina. También puede beneficiarle hacer ejercicios como interrumpir el chorro varias veces mientras orina y así hacerse más consciente del control de su vejiga. Pero lo más importante es comprobar que el niño haga «pis» antes de acostarse.
Todo ello no garantiza que el niño deje de mojar la cama, pero puede ayudar.
Despertar al niño en mitad de la noche para llevarlo al baño no sirve de gran ayuda, dado que el niño no se despierta por sentir él mismo la necesidad de orinar y suele recaer en cuanto sus padres dejan de levantarlo.
Debe protegerse la cama usando un colchón o una funda o protector impermeables debajo de la sábana inferior.  Si el niño es lo suficientemente mayor, ponga ropa de cama seca al alcance del niño para que pueda cambiarla si se despierta mojado. Deje que él cambie las sábanas, no como castigo, si no para que se haga cargo del tema con naturalidad. Ello lo hará también más consciente de la situación.
Cuando el niño esté preocupado y motivado para ello, puede llevar un calendario o diario y registrar los días secos y mojados para ver los progresos. Por supuesto, celebrar cada noche seca. Animarlo es a menudo la mejor manera de enfrentarse a su problema.
El uso de pañal impide que el niño enfrente el tema y no le enseña a percatarse cuando necesita orinar. En cualquier caso, si es menor de seis años, no parece interesarse por el problema o no hay ni una noche seca aislada, puede ser una opción higiénica aceptable hasta que la situación madure, especialmente en invierno.
El próximo día daremos algunas pautas de tratamiento si después de los 6 años, los métodos usados no han dado resultado.

(*) Pediatra. Hospital de Dénia.

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