Contra la moda del ‘nesting’ (quedarse en casa)

INÉS ROIG (*)

Últimamente todo el mundo habla de los beneficios terapéuticos que tiene quedarse en casa todo el fin de semana. Pero quizá no sea para tanto.

            En los últimos tiempos las redes sociales arden. Esta vez, el motivo está en convertir en tendencia lo de quedarnos en casa y convencernos de que es algo bueno y/o saludable, todo para enmascarar que no tenemos un euro que gastar en la calle. La crisis económica es una realidad con la que convivimos a diario. Es una realidad dolorosa a la que es imposible poner paños calientes y auto convenciéndonos de que hacer nesting es una tendencia, de que apalancarnos de viernes por la tarde a lunes por la mañana (para salir a trabajar… los que salen a trabajar) es algo bueno o positivo.

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            El nesting y consiste, básicamente, en quedarte en casita disfrutando de tu hogar. Lo cierto es que renunciar a tener vida social es un error que ningún adulto debería cometer en su vida. Nada que reprochar al que no puede pagarse otra forma de entretenimiento, pero cualquiera que opte por el nesting porque es tendencia tiene que estar informado de los peligros de no salir de casa para tener contacto con otros seres humanos.

            1. ¿Barato? Echa un vistazo a las tarifas de la luz y pregúntate si es barato tener encendida la tele, la consola, el portátil, la luz del salón, el cargador del móvil, el aire acondicionado o la calefacción. Reduce tu huella ecológica y la factura, por favor.

            2. Vida en pareja: Las discusiones comienzan, muchas veces, por memeces. Evita pasar el sábado enfurruñado por quién domina el mando de la tele, por qué se come y cuándo, por quién pone la lavadora o quién hace la cama. La monotonía atrae las broncas y no hay nada más monótono que estar en casa intentando hacer pensar a los demás que mola todo. Salir y airearse es siempre saludable.

            3. A la europea: ¿No eres de los que te quejas todo el rato de que España no es como la civilizada Europa? Pues aplícate el cuento de esa gente y opta por planes como ir a leer a un parque, o ir a echar la manta a cualquier lado. Mira lo contentos que parecen vivir todos esos nórdicos en cuanto les cae un poco de sol en la cara y pueden dedicarse a perder el tiempo.

            4. Picnic: Con el buen tiempo es más fácil preparar una cesta con víveres e ir a disfrutar de una comida campestre a cualquier páramo natural o parque público. ‘Ir al campo’ era una tendencia muy de nuestros padres hasta que todo se llenó de centros comerciales.

            5. Busca la ganga: Ha llegado el momento de buscar cosas gratis que hacer. Todos los museos tienen horarios gratuitos, siempre hay conferencias a las que acceder, exposiciones de arte también por la cara y eventos y estrenos en los que se sortean entradas gratuitas o que tienen acceso libre hasta completar aforo. Prueba un poco el sabor de ‘lo gratis’.

            6. Aficiones: Monta un grupo de música, cose, teje, haz macramé. ¡Tú puedes!

            7. Nocturnidad: Salir por la noche no tiene nada de malo. ¿Qué hay de malo en crapulear un poco si se respeta el descanso de los vecinos y no se falta a la autoridad? Por dios, este es un país que se ha hecho famoso por ofertar fiesta, no llevemos la contraria a todo el dinero que nos gastamos en promoción turística que lo pagamos entre todos.

            En definitiva, es posible que el nesting sea tendencia pero, la verdad, en este caso es mejor aferrarse a la pretendidamente aborrecible y vieja costumbre de salir a la calle que, en definitiva, es un lujo que sale gratis.

(*) Farmacia Las Marinas.

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