El propietario del Camping Los Patos, ubicado en la carretera de Les Marines, ha dirigido una queja formal a la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Dénia, solicitando su respaldo ante la proliferación de acampadas ilegales en el término municipal. En su escrito, Alfonso Rossi denuncia la falta de control por parte del Ayuntamiento frente a la “acampada salvaje” que, según afirma, afecta negativamente al medio ambiente y a la economía local. En concreto, Rossi se refiere al uso de un solar cedido al Ayuntamiento, donde hay autocaravanas que pernoctan durante varios días. Algunos usuarios incluso se atreven a sacar mesas y sillas en pleno parking como si estuvieran en un camping. Este solar se encuentra enfrente del restaurante Federico, al principio de la carretera de Les Marines. El empresario afirma que “desde hace varios años venimos sufriendo la falta de colaboración del consistorio de Dénia en cuanto al control de la denominada acampada salvaje”. Destaca que esta práctica no solo incumple la normativa vigente, sino que también genera problemas medioambientales y económicos.
Tal como recuerda Rossi, la normativa municipal establece que, salvo en campings autorizados, se prohíbe el estacionamiento y la utilización de vehículos-vivienda como medio de acampada en el término municipal de Dénia. Los infractores serán advertidos para que en un plazo máximo de dos horas se dirijan a un lugar o camping autorizado. De no atender el requerimiento, serán sancionados. Además, la ordenanza municipal limita el estacionamiento de autocaravanas a un máximo de 24 horas en primera línea de playa y 48 horas en vías urbanas, en un periodo de siete días. El empresario también destaca el impacto económico que esta situación tiene en los campings legales, que cumplen con todas las normativas y soportan costes significativos en impuestos y mantenimiento. “Cumplimos con la ley en todos los sentidos, donde las obligaciones sanitarias son gravosas pero reconocemos que son necesarias y las cumplimos a rajatabla”.
Según expone en la carta, uno de los peligros de las acampadas ilegales son “las hogueras y las cocinas de gas que a veces explotan de los que hemos sufrido varios accidentes y tenemos experiencia, son muy rápidos y peligrosos para el entorno”. Asimismo, denuncia que otro de los problemas es “el vertido de residuos y basuras abandonadas, el Camino viejo de Gandía es uno de los lugares preferidos para los coche-camas verter sus wáteres mientras van recorriendo el camino al tener el vaciado de aguas debajo del chasis. De esta forma no hay respeto para la flora y la fauna, amén de que en ocasiones la tala de árboles y plantas”. Explica también que “en ocasiones el ruido es molesto porque no les importa el entorno”.

