DIANA GONZÁLEZ GANDÍA (*)
¿Qué es la xerostomia?
La xerostomia es un concepto subjetivo de “sensación de boca seca” producida en muchos casos por una secreción salival disminuida o cambios en la composición bioquímica de la saliva.
¿Qué diferencia hay entre xerostomia e hiposalivación?
Como hemos definido antes, es la sensación subjetiva de boca seca mientras que la hiposalivación se refiere a una disminución de la tasa de flujo salival y, por tanto, es objetiva y cuantificable.
¿Cuales son los factores etiológicos?
Los tres factores etiológicos más importantes que se relacionan con la xerostomia son: radioterapia de cabeza y cuello, ciertas condiciones sistémicas (síndrome de Sjögren, estrés, depresión, diabetes…) y la terapia con determinados fármacos.
Los fármacos más relacionados con la aparición de la xerostomia son los antihipertensivos diuréticos e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, antidepresivos (principalmente los tricíclicos), inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (sobre todo cuando se asocian a benzodiacepinas), hipoglucemiantes orales, ácido acetilsalicílico y suplementos de hierro.
El hecho de que los fármacos más xerostomizantes se correspondan con los fármacos de uso más frecuente (tratamiento de enfermedades cardiovasculares y desórdenes mentales) explica la gran prevalencia de esta condición, que aumenta con la edad debido no solo a la acumulación de patología sistémica y a la polimedicación sino también a una degeneración progresiva del parénquima glandular inherente al envejecimiento. La prevalencia en sujetos mayores de 65 años oscila entre el 20% y el 46%.
¿Qué Soluciones existen para esta patología?
Existen diferentes posibilidades terapéuticas para tratar la xerostomia (sialogogos, sustitutos salivales, medidas generales…), muchas de las cuales tienen una eficacia controvertida. Los ácido cítrico y málico se han descrito en la literatura como agentes estimulantes de la secreción salival.
Además el uso de salivas artificiales, chicles, caramelos de xilitol, y geles de glicerina son la mejor opción, incluso hoy en día hay pastas y colutorios específicamente para pacientes que padecen este problema.
(*) Odontóloga. Cirugía e implantología. Clínica Dra. Gandía.