Reproducción asistida con asistencia médica

MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

Cuando los problemas de fertilidad de una pareja no se pueden solucionar con medicamentos o cirugía, la etapa siguiente corresponde a las técnicas de reproducción con asistencia médica.

Para algunas parejas, estas técnicas, como la FIV (fecundación in vitro), constituyen la única opción de tratamiento. Esto suele ocurrir cuando la mujer presenta un gran daño de las trompas de Falopio. Las modalidades de tratamiento de reproducción con asistencia médica dependen de muchos factores relacionados tanto con la mujer como con el hombre.

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La calidad de los ovocitos disminuye con la edad de la mujer y a pesar de todas las nuevas técnicas disponibles, todavía no se puede mejorar dicha calidad.

Si la infertilidad es de origen masculino, técnicas recientes permiten buscar los espermatozoides en su lugar de fabricación. La ICSI (inyección de espermatozoides en el ovocito) permite fecundar los ovocitos con pocos espermatozoides.

Si no hay ovocitos de buena calidad, se puede considerar la donación de ovocitos. De manera análoga, si no hay espermatozoides (adecuados), se puede usar el semen de un donante.

Aunque los tratamientos de la infertilidad avanzados no ofrecen ninguna garantía, los porcentajes de éxito son alentadores. La mayoría de ellos son tratamientos de ICSI.

Muchas parejas se muestran reacias y asustadas ante el anuncio de las diversas etapas del tratamiento de reproducción con asistencia médica. Al conocer las diferentes opciones posibles y las etapas por las que hay que pasar, podrás superar algunas de tus inquietudes y angustias. Además, te prepararás mejor para soportar el estrés relacionado con el tratamiento y, sobre todo, podrás abordar con más serenidad dicho tratamiento.

En el lenguaje corriente, la reproducción con asistencia médica comprende todos los métodos que permiten conseguir un embarazo en una pareja infértil: se consideran diversas prácticas médicas para favorecer la aproximación entre el espermatozoide y el ovocito y obtener una fecundación.

Los métodos más utilizados en la actualidad son:

Inseminación intrauterina (IIU). La inseminación artificial consiste en colocar en el útero los espermatozoides seleccionados previamente de una muestra.

Los espermatozoides pueden ser de la pareja (Inseminación Artificial Conyugal o IAC) o de un banco de semen (Inseminación Artificial de Donante o IAD). El semen se prepara en el laboratorio, donde se separan los espermatozoides móviles del resto de componentes (plasma seminal y otras células).

Fecundación in vitro (FIV). La Fecundación in Vitro es una técnica de laboratorio que permite fecundar un óvulo con un espermatozoide fuera del útero.

En la Fecundación in Vitro desde hace unos años se emplea de forma habitual la Fecundación in Vitro con microinyección intracitoplasmática, también conocida como ICSI por sus siglas en inglés (Intra Cytoplasmic Sperm Injection), que ha supuesto un gran avance en el tratamiento de problemas de fertilidad de origen masculino. Esta técnica consiste en la inseminación de un óvulo mediante la microinyección de un espermatozoide en su interior.

(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.

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