Hay actividades laborales que son necesarias para el desarrollo de la vida en la ciudad como es la carpintería. El aprendizaje de esta actividad no necesita de una formación colegial sino de una práctica en el taller de un artesano y se puede comenzar desde temprana edad. El trasiego de herramientas y maderas así como el aprendizaje de algunos elementos matemáticos y de geometría imprescindibles son fáciles de adquirir. Si veíamos que el barbero podía tener su actividad en la propia vivienda, el carpintero lo tiene más complicado puesto que el ruido y el polvo así como el espacio necesario para colocar los tablones exige otras condiciones.
La actividad de los carpinteros tenía varias vertientes que interesa destacar: por un lado la relativa a las necesidades de carpintería que tenía una vivienda, mobiliario, etc.; por otro lado la actividad que se generaba en torno a la pasa, en la confección de cajas para comercializarla y darle una buena presentación así como para la confección de botas para salar pescado o para el vino y por último la relativa a la carpintería de ribera y que estaba ubicada en las atarazanas o junto al muelle para construir algún barco y todo lo relacionado con ello.
Dentro de la carpintería existe una actividad más artística (ebanistería) y en Jávea en esos años solo hay uno que se autocalifica de ebanista: Miguel Espí Mateu que desarrolla su actividad en la calle Mayor.
La relación de carpinteros en estos años es la que sigue está presidida por tres apellidos que nos hablan de familias dedicadas a la carpintería, como si el oficio continuase de padres a hijos o hermanos. La posibilidad de éxito en el oficio y el aprendizaje que se realiza en la misma familia son un logro para una mejor eficiencia en la tarea que se les solicite. Los apellidos de Gavilá, Palacio Bisquert y Sendra nos hablan de sagas dedicadas a la carpintería:
Gavilá Cardona (José, Juan y Vicente) y Gavilá Catalá (Vicente) ubicados los primeros en el arrabal del convento, en la calle San Ignacio (Carrer Nou) y en la calle Estrecha (Carrer Estret) y el segundo en la Ronda Norte.
Los apellidos Palacio Bisquert (Francisco, Ignacio, Sebastián y Simón) nos hablan de cuatro hermanos cuyos domicilios están en San Pedro Mártir, calle Mayor y calle del Horno (Carrer El Forn).
El apellido Sendra lo llevan José Sendra Arlandis, Cristóbal Sendra Sart y José Sendra Sart cuyo domicilio, ¿taller también?, se ubica en la calle de San Marcos.
Tras estas sagas encontramos otros carpinteros ubicados en el puerto como Pascual Ivars Masó y José Pérez Mahiques y otros en el entonces casco de la villa que enumeramos: Carlos Crespo Mata que se ubica primero en Aduanas y luego en la plaza de la Iglesia; Bautista Esteve Miñana que vive en la calle del Horno; José Ramón Bou Mayans, Rafael Colomé Subirats que procedía de Tortosa; Jaime Ferrando Buigues que era de Denia; Juan Bautista Pérez en el carrer Estret y José Ramón Ros Mayans en la calle Mayor.
Fuera de los muros en el arrabal del Convento estarían: Vicente Moll Ángel en la plaza del Convento, José Valero Moll Marí en el arrabal del Convento y Vicente Serrat en calle Santo Domingo a los que habría que sumar el del arrabal del Mar: Mariano Puig.
Una actividad manual y artesana que exigía del profesional ciencia y maña, paciencia y buen ojo y conocimientos para seleccionar la madera apropiada para cada cosa.