Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
La “estimulación prenatal” es una técnica para favorecer el desarrollo cerebral de tu futuro hijo que usa varios estímulos como sonidos, especialmente la voz de la madre y la música, movimiento, presión, vibración y luz para comunicarse con el bebé antes de nacer. El bebé aprende a reconocer y responder a diferentes estímulos, lo que favorece su desarrollo sensorial, físico y mental.
Los bebés estimulados muestran al nacer mayores desarrollos en el área visual, auditiva, lingüística y motora. En general, duermen mejor, están más alertas, seguros y afables que aquellos que no han sido estimulados. También muestran mayor capacidad de aprendizaje – por el hecho mismo de estar más en situación de alerta – y se calman más fácilmente al oír las voces y la música que escuchaban mientras estaban en el útero.
Las madres que estimularon a sus bebés se muestran más seguras, más activas durante el nacimiento y el amamantamiento es más sencillo para ellas. Al mismo tiempo, los bebés estimulados y sus familias muestran lazos más intensos y una mayor cohesión familiar. La estimulación prenatal provee una base duradera para la comunicación amorosa y las relaciones padres-hijos.
Una gran cantidad de estudios han demostrado que la estimulación prenatal parece tener un efecto favorable sobre la inteligencia y el coeficiente intelectual. Lo más importante es que las técnicas de estimulación prenatal les enseñan a los padres como proveer un ambiente seguro y amoroso que motive a los niños a aprender desde el nacimiento.
“Los bebés se pueden beneficiar de la estimulación desde el tercer mes de embarazo. En este punto comienzan a percibir orientación espacial y estímulos táctiles”. Los bebés desarrollan habilidades sensoriales y motoras en diferentes etapas del embarazo, por eso es importante introducir los estímulos sólo cuando el bebé ha desarrollado suficientemente el sentido y puede responder a él. Una vez que los bebés desarrollan la audición en el quinto mes de embarazo, la música es excelente para la estimulación auditiva y para calmar al bebé. De todas maneras, las madres pueden darles a sus bebés los beneficios emocionales de la música aun antes de que empiece a oír a los cinco meses.
Investigaciones llevadas a cabo por un grupo de psicólogos ingleses han demostrado que los bebés recuerdan las melodías que han escuchado dentro del vientre materno, durante por lo menos hasta un año después a su nacimiento. Se sabe que el bebé intraútero es capaz de oír a partir de la semana 22 de gestación.
Según informes de la Universidad de Leicester, confirman que los bebés, durante el primer año posterior a su nacimiento, pueden acordarse y tener preferencia por la música que oyeron cuando estaban en el vientre materno. Los bebés probablemente desarrollan una sensación de «familiaridad» con la música que oyen durante su gestación. El estilo de música no es importante, pudiendo ser desde música clásica, pop o reggae.
Lo que también se observó es que a partir del año de edad tienen mayor preferencia por la música viva y rápida como «Las cuatro estaciones» de Vivaldi. Se está evaluando en qué medida esta estimulación prenatal que reciben mediante la música sirve para desarrollar en mayor medida sus capacidades intelectuales o habilidades musicales a largo plazo, éste es el motivo por lo que la investigación durará al menos 20 años.
(*) Especialista en Obstetricida y Ginecología.