Un fantástico tema brasileño dice que «la vida tiene siempre razón» y que «el Sí es un descuido del NO», sabemos que el NO existe porque existe el SÍ, un libro de Manuel J. Smith se titula «cuando digo NO, me siento culpable», el NO es algo que debemos aprender a utilizar en su justa medida y a tiempo, eso nos ahorrará muchos problemas.
Cuando una empresa selecciona a un nuevo trabajador y le ofrece una paga adicional «en negro» y este acepta, se convierte en cómplice del delito que eso significa.
Con el tiempo, el trabajador es despedido, razón por la que planta un juicio a la empresa por llevar a cabo ese acuerdo.
Mientras duró el empleo, todos estaban contentos con el método aceptando de buen grado los beneficios percibidos.
Cierto es que la cosa no está como para rechazar un trabajo por ese detalle tonto de fraude, decir NO, no deja de ser difícil.
Cuando un político o alguien influyente reciben regalos o comisiones a cambio de otorgar contratos a empresas de distintos sectores, el influyente no está solo, la empresa beneficiaria del contrato es cómplice de semejante delito, uno de los dos debió decir NO.
Hilando más fino, la cosa no debería quedarse en un simple NO, que si bien es duro decirlo cuando hay danza de millones también es denunciable por si se vuelve a repetir en otros entornos o por si es una vieja costumbre del que hace la oferta.
En esta sociedad de hoy, donde quienes defienden un alto el fuego en las guerras son los mayores proveedores de armas en esa misma guerra, donde la hipocresía llega a límites indecentes burlándose de la inteligencia del resto de los ciudadanos, la corrupción no sabe de derechas o izquierdas, sólo sabe de pelotazos millonarios, de obtener dinero sin ganárselo, de no decir NO a nada que convenga, ya sea delito o no.
Parece que las nuevas generaciones NO quieren entrar en esta línea, son sufridores de la vergüenza que produce ser descendientes de unas generaciones corruptas, por fin se empieza a tener «valores», se empieza a decir NO a la corrupción, por fin, los jóvenes de hoy, son realmente el futuro.