MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
Tanto los órganos sexuales externos como los internos, toman forma durante el estadio fetal, y hacia el quinto mes del embarazo ya se han formado todos los óvulos (unos cinco millones), en los ovarios fetales de la futura mujer.
Fundamentalmente, e implicados de forma directa en la reproducción nos encontramos con:
– Vagina.
– Cervix o cuello del útero.
– Útero o matriz.
– Ovarios.
– Trompas.
Tras el depósito del semen en el fondo de saco vaginal por medio de las relaciones sexuales, los espermatozoides se transportan atravesando el cérvix o cuello uterino. Este se comunica con la vagina por el orificio cervical externo. En las mujeres nulíparas (que nunca han tenido hijos), el orificio cervical es pequeño y circular, mientras que en las multíparas (que han tenido algún parto), el orificio se transforma en una hendidura transversal horizontal bordeada por un labio anterior prominente en contacto con el labio posterior.
La mujer nota a menudo que se está aproximando la ovulación dado que el moco vaginal se hace más abundante. El moco procede del útero y del cérvix, y tiene como función ayudar en el transporte de los espermatozoides hacia el óvulo. Los espermatozoides pueden permanecer viables en el moco cervical de cuarenta y ocho a setenta y dos horas.
El útero o matriz es el órgano en el que se producirá la implantación del embrión. Los ovarios producen óvulos y hormonas. Los óvulos se encuentran dentro de unas estructuras denominadas folículos. La membrana mucosa uterina interna, el endometrio, ha sido preparada por las hormonas procedentes del ovario para recibir al óvulo fertilizado. Las Trompas de Falopio se prolongan desde ambos lados del útero y acaban en una zona denominada fimbrias, que cubren los ovarios, y gracias a unos «pelitos» -llamados cilios-, crea una corriente que arrastra al óvulo dentro de las mismas.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.