El lunes, otra asamblea extraordinaria
El camino del CD Dénia en Segunda División B ha terminado y el club groguet jugará la próxima campaña en Tercera División tras cinco temporadas en la categoría del bronce del fútbol español. El motivo es que no se ha podido presentar el aval de 200.000 euros que obliga la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para jugar en Segunda B. Ninguno de los dos inversores, que estaban interesados en hacerse con los derechos deportivos del club, ha podido conseguirlo, aunque sí que disponían de los 85.000 euros para liquidar la deuda de 85.000 euros con los jugadores antes de las 14 horas de ayer viernes. Pero el gran obstáculo ha sido ese aval, porque sin él se ha condenado al Dénia -y también a otros clubes- a bajar de categoría. Por eso el Dénia, al no disponer del mismo, no liquidó los 85.000 euros que adeudaba a los jugadores por impago de las nóminas. No lo hizo porque si hubiese pagado la situación sería la misma, es decir, el descenso a Tercera División. Y también porque los jugadores sí que cobrarán esa deuda del fondo de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
