INÉS ROIG (*)
Durante años se nos ha dicho que el café es malo para el organismo, que el chocolate engorda, que renunciemos a la sal… Sin embargo, investigaciones recientes niegan la mayor y demuestran que estos pequeños vicios, consumidos con moderación, son buenos para la salud.
PAN
En el mundo de las dietas modernas, el diablo es el pan y los hidratos de carbono. Pero la consideración negativa de este alimento tan simbólico y tan propio de la historia mediterránea se basa en falsas ideas recibidas. Para empezar, el pan no tiene grasa, tiene proteínas, fibra, minerales… Por lo tanto, son un error inmenso las dietas sin pan. El pan es un alimento que por sus características sacia fácilmente y de manera saludable. El pan integral lleva más fibra pero tiene ligeramente más calorías que el pan normal. Los expertos recomiendan un consumo diario de 150 gramos (tres rebanadas gruesas).
SAL
La sal es un nutriente fundamental e imprescindible no solo para la vida, sino también para mantener una buena salud. Está documentado que el consumo de sal afecta a la presión arterial, por lo que se considera un factor de riesgo para eventos cardiovasculares. Sin embargo, se recomienda consumir al menos seis gramos de sal (una cucharilla de café colmada) al día para mantener una buena salud.
CHOCOLATE
El chocolate tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud, especialmente el negro, ya que es el que contiene una mayor cantidad de cacao y menos grasa y azúcar. Que el chocolate nos hace felices no es ningún secreto, pero también es pura química: además de liberar endorfinas (la hormona de la alegría), también posee feniletilamina, una sustancia de la familia de las anfetaminas que es un estimulante natural. El cacao es, además, antioxidante y anticoagulante: rejuvenece las células y mantiene baja la tensión arterial. Y por si fuera poco, el chocolate también es bueno para el resfriado y contra la tos de manera más efectiva que la codeína de los jarabes, y sin los efectos secundarios de estos.
VINO
El vino tinto reduce los peligros cardiovasculares. El alcohol con una estricta moderación es positivo y protector sobre enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrales. No solo los polifenoles son positivos, sino también el etanol combinado con estos. Las mujeres son más sensibles y por tanto su consumo debe ser inferior al de los varones. El vino tinto contiene más polifenoles que el blanco. Y dentro de los tintos, en los jóvenes la presencia de estas sustancias es más potente, aunque los de crianza y reserva también adquieren polifenoles del roble al envejecer en barrica.
CAFÉ
Se ha encontrado una asociación directa entre el consumo habitual de café y menor incidencia de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer, además mejora la capacidad de atención y el rendimiento cognitivo. Es energía para que las neuronas trabajen y ayuda a la memoria. El café, además, tiene una incidencia directa en nuestra vida sexual. La cafeína es estimulante, revitaliza órganos y tejidos, y ayuda al corazón a bombear sangre al resto del cuerpo. Ya lo decía Madame de Pompadour: “Champagne en público y café con tu amante”.
(*) Farmacéutica