¿Demasiado mayor para tener hijos?

MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

En la actualidad, la edad de la maternidad se ha retrasado considerablemente desde la revolución de los anticonceptivos de la década de 1960. La media de edad de la madre en el primer parto se acerca a los 30 años en varios países europeos, y muchas mujeres dan a luz a su primer hijo a la edad de 35 años o más. Varios estudios muestran que la mayoría de las mujeres no son conscientes del hecho de que el retraso de la maternidad aumenta el riesgo de infertilidad y que el riesgo de aborto, aberraciones cromosómicas y complicaciones del embarazo, aumentan considerablemente con la edad. Por otra parte, muchas mujeres creen erróneamente que la FIV siempre se puede realizar y no piensan en las complicaciones de la fertilidad asociadas con la edad avanzada. Al mismo tiempo, sin embargo, otros creen que hay una edad en que las mujeres son demasiado viejas para concebir. Lamentablemente, no existen marcadores biológicos fiables que presagian con precisión la aparición de fallos en la reproducción. Los ciclos menstruales irregulares y sofocos que significan la menopausia inminente, representan los síntomas que se presentan demasiado tarde para ser ofrecidos como medidas predictivas, porque la esterilidad es probable que ya haya comenzado años antes, cuando el patrón menstrual seguía siendo regular y los niveles hormonales se desviaron un poco de la norma.

Los informes sugieren que la determinación de la hormona anti-Mülleriana (AMH), ya se puede utilizar para individualizar tales predicciones y tienen que ser considerados como demasiado optimistas en este momento. Por ejemplo, el resultado de un reciente estudio a largo plazo centrado en la edad de la menopausia como un marcador para el final de la reproducción, demuestra que las mujeres jóvenes con niveles muy bajos de AMH tienen la menopausia alrededor de 2 años antes de la edad promedio de 51. Es dudoso que tal conocimiento vaya a cambiar las intenciones reproductivas de las mujeres jóvenes. La edad de la mujer es la única información realista disponible en la actualidad, para la estimación de la magnitud del proceso de envejecimiento reproductivo.

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Por ejemplo, para las mujeres de 32 a 34 años, que todavía tienen una muy buena oportunidad de tener hijos, aunque su riesgo de no poder tener hijos se ha triplicado desde los 25 años y se incrementará sustancialmente más, después de los 35 años, la lección es: no, no esperar mucho más tiempo, sin duda si quieres más de un niño. Al mismo tiempo, el pesimismo, en ocasiones es exagerado, sobre las mujeres que tienen la intención (o por las circunstancias se ven obligadas) de tener hijos en sus treinta y tantos años. Para ellas la lección es: todavía tienes una buena oportunidad de tener éxito si no esperas más. Para las mujeres en sus cuarenta y pocos años la lección es: sólo tratar, sus posibilidades aún están todavía lejos de ser desesperadas.

Dado que la tasa de éxito de la FIV demuestra una disminución relacionada con la edad, similar a la posibilidad de un embarazo natural, a las mujeres también se les debe decir que la idea de la FIV invirtiendo el efecto de la edad es una creencia errónea.

(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.

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