Cosas de la mar de Xàbia (XXVII). Antonio Llidó Caballero

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La pesca ocupa una parte importante de la vida de una persona si esta constituye toda su actividad laboral, pero para muchas personas la pesca se constituye en un complemento de su actividad que comparte con otra. Esta perspectiva es clave para entender muchas cosas y entre ellas todo lo que rodea a los periodos biológicos en los que se impide la pesca para dejarla descansar y que pueda tener lugar la reproducción de las especies y evitar el agotamiento de la mar.

Antonio Llidó Caballero compatibilizó esta actividad con la de carnicero durante 29 años. Nació en 1935 y cuando tuvo la edad de ir a la escuela lo fue con D. Domingo Roig y luego con D. José Segarra que tenía la escuela encima de la carpintería, cerca ya de la villa. Cuando tuvo los 14 años y entró en la etapa laboral, la carnicería y la pesca, fueron las dos actividades las que ocuparon su tiempo. Para el servicio militar, al indicar la profesión de carnicero como la usual, posibilitó su envío a la Escuela Naval de Marín tras un periodo de tres meses en Cartagena. Los 21 meses restantes los desarrolló en Marín en un momento en el que también estuvo formándose el entonces príncipe Felipe. A este efecto fue testigo de una reprimenda que sufrió el entonces príncipe por un movimiento involuntario efectuado en un entrenamiento.

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32302153_Paco_codinajaveaLas dos actividades tienen unos periodos marcados y así mientras la de carnicero la desarrollaba más en verano, la de pescador el resto del año, si bien compaginándola también con la anterior.

Las modalidades de pesca en las que ha trabajado son las de tresmall, cerco (llum) y arrastre, aunque en esta modalidad menos. En sus comienzos fue con el tío Pepe, el Parrando. Desde abril hasta el verano iba a la roca dels Feliu, y en su momento sacaba salmonetes de cerca de 800 gramos y langosta, un cesto cada día.

Se casó con una hija de marineros que ocupó su tiempo de juventud en el remiendo de redes. Me dice que como estaba acostumbrada a la vida de los pescadores era una mujer fuerte que él piensa que no sufría cuando se hacía a la mar. Hubo una ocasión en la que iba al tresmall y se rompió la hélice. Tuvieron que desde la Roca dels Feliu colocar una manta con la función de una vela e ir remando hasta el Cap Martí. Aquel día no lo olvidará nunca.

Hoy lo podemos ver en el hogar del jubilado, al frente del bar que da servicio a los miembros de la Asociación de Jubilados de Duanes de la Mar. Es una persona amable y servicial que conoce el valor del trabajo y del esfuerzo y también lo podemos ver en la Comissió de Festes de la Mare de Déu de Loreto impregnándose de ese carácter festivo que tiene la citada Comissió, pero que a la hora de bregar sabe hacerlo como nadie y no es raro encontrarlo en otras actividades festivas como en la foto que se acompaña en la que ostenta su trofeo tras vencer en un concurso de brisca el año pasado.

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