Zorrilla escribió su D. Juan Tenorio bebiendo en las fuentes de Tirso de Molina, pero también manejó el noctario que existe en la catedral de Sevilla. Si bien se sabía de su existencia, ha sido al tirar un tabique existente en uno de los altares que rodean al ábside para hacer una conducción eléctrica y revisar unas humedades cuando se descubrió una parte del infiernillo que era desconocida, pues tiempo atrás habían descubierto otros espacios conteniendo aquellos libros y manuscritos que estaban prohibidos por la inquisición o figuraban en el índex librorum prohibitorum. Pero en este infiernillo se encontraban algunos manuscritos que sin ser rigurosamente prohibidos sí que era desaconsejable su lectura por las masas populares. Pues bien, en la primera página aparece en letra caligráfica del siglo XVI, el título del contenido que dice así: Noctario en el que se describen las hazañas de D. Juan Tenorio y que se presentará a D. Luis Mejía en la hostería de Cristófano Buttarelli relatado por Marcos Ciutti y refrendado por el mismo D. Juan.
El noctario refleja las andanzas nocturnas del galán y consta de 150 páginas, tamaño cuarto prolongado y cosidas a mano. La redacción de Marcos hace que aparezcan algunos italianismos en el texto, pero es legible en general, aunque la letra del siglo XVI tiene sus dificultades. En el reverso de cada hoja aparece la firma de D. Juan como ratificando el relato de Marcos Ciutti. En el anverso de cada hoja aparece el nombre de una mujer. A cada una de las mujeres galanteadas (¿?) les dedica una hoja por las dos páginas.
Hemos hecho un cotejo del noctario con el texto de Zorrilla y hemos encontrado unas coincidencias que nos hacen recelar o suponer que al poeta tuvo en sus manos el citado noctario. Cuando D. Juan entrega a D. Luis la relación de sus hazañas éste exclama: ‘Y yo sumo en vuestras listas 72’ pero posteriormente D. Juan dice: ‘Partid los días del año /entre las que ahí encontráis./ Uno para enamorarlas, / otro para conseguirlas, / otro para abandonarlas, / dos para sustituirlas, / y una hora para olvidarlas.’ Y en otro momento D. Juan nos cuenta ‘Desde una princesa real / a la hija del pescador, / ¡oh! ha recorrido mi amor / toda la escala social.
El manuscrito es un reflejo fiel de lo ocurrido en ese año de 1545, cuando el gobierno de Carlos V tocaba a su fin. Es un relato que sigue la estructura señalada por Zorrilla describiendo en primer lugar las calidades y cualidades de cada dama y su procedencia social. Suele aparecer también una indicación de aquellos aspectos que podían caracterizar a una dama, como los dedos largos, el color de los ojos, el perfil de su nariz, o los aceites que utilizaba. Luego describe el entorno indicando si es una cabaña, una posada, un palacete o una quinta y algunos pormenores de la pródiga naturaleza. A pesar de la frialdad de D. Juan se aprecia su carácter romántico y apasionado. El relato de Ciutti nos aporta detalles personales y sirve de contrapeso al relato que hace de las aventuras de D. Juan con frases y destellos de raíz popular donde sale el hombre chusco que se mueve en un mundo distinto al de su señor.
Una vez descubierto el noctario estamos a la espera de su trascripción y publicación por una entidad bibliográfica andaluza que lo ha recibido con mucho entusiasmo, si bien existen dificultades a la hora de transcribirlo completamente ya que el inicio de algunas hojas en los que aparecen los nombres de ciertas damas, aparecen recortados, pero por los rasgos que en dichas hojas figuran sobre las damas en cuestión son fácilmente reconocibles. Aunque la mayoría son de Italia y sur de Francia a donde se desplazó don Juan, aparecen también en sus primeras hojas Beatriz de Sentelles, dama valenciana repleta de carnes; dos pescadoras, una de Palamós y la otra de Blanes, enjuta la primera y de verdes ojos la segunda así como una de Jaca, de nombre Melisendra, de andrógina figura. La riqueza de detalles, procedencia y linajes es pródiga y es una muestra de la presencia de la mujer que se enamora del libertino galán en la sociedad del siglo XVI.