Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
La dirección general de tráfico (DGT) establece unas leyes para la conducción en general. A día de hoy puede conducir casi cualquier persona mayor de edad, puesto que existen muchos avances para personas con minusvalías y también para embarazadas. De hecho el estar embarazada no es impedimento alguno para poder desplazarte en coche o incluso conducirlo una misma. La única pauta que se requiere, es la misma que a todo el mundo, usar el cinturón de seguridad y cautela máxima al volante.
En cuanto al cinturón de seguridad, es necesario que sea de tres anclajes, puesto que si se usan los corrientes, de dos anclajes, puede oprimir en exceso el vientre y no ser del todo bueno.
La parte superior del cinturón debe colocarse entre las mamas y la parte superior del mismo, por debajo del abdomen, nunca sobre el vientre para evitar lesiones, con el asiento lo más recto posible y el reposacabezas a la altura de la cabeza. De esta forma se evitarán daños, protegiendo la salud de la madre y la del futuro bebé.
Las semanas y días durante el embarazo pasan muy rápido y la futura madre no tiene por qué abandonar sus rutinas diarias, como las de ir al trabajo, siendo necesaria en la mayoría de los casos, trasladarse en coche. Pues bien, siguiendo las pautas establecidas por la DGT, no tiene por qué haber problemas.
¿Es malo? Es mucha la rumorología existente respecto al embarazo y la conducción, pero está totalmente probado que es igual de seguro que para una mujer no gestante.
Durante el primer trimestre del embarazo, el riesgo es el de aborto espontáneo, hecho que puede producirse en cualquier otra situación y no yendo en coche exclusivamente, por eso el cuidado debe ser máximo.
En el tercer trimestre, por el contrario, sí hay más riesgo a la hora de la conducción, que para una persona que no esté embarazada, puesto que el volumen abdominal es tal que puede llegar a ser complicado alcanzar los pedales y poder controlar bien el volante sin que roce la tripa, haciendo hincapié en mujeres de estatura media-baja.
Realmente, teniendo cuidado, casi todo puede hacerse, aunque a partir del sexto mes, si pudiera conducir otra persona, no sería mala idea.
Conducir embarazada con airbag. Lo mismo sucede con el airbag, al contrario de lo que pueda pensarse, el airbag no es un elemento rígido, sino que se amolda al cuerpo para evitar choques bruscos. Conforme se hincha el airbarg y llega a la persona que está sufriendo el accidente, se irá deformando para amortiguar sin hacer daño, evitando de esta forma, lesiones innecesarias que se producirían de no llevarlo.
Por otra parte, a pesar de llevar un cinturón con triple anclaje y que salte el airbag, será necesario acudir al especialista en caso de haber sufrido un accidente con el coche, a pesar de que la mujer se encuentre en perfecto estado, pero como un viejo refrán dice; más vale prevenir que curar.
(*) Especialista en Obstetricida y Ginecología.