EVA PÉREZ OLTRA (*)
Esta semana quiero compartir con ustedes, un artículo publicado en el blog del Podólogo: Desde hace algunos meses, se ha instalado la moda de las zapatillas con ruedines entre los más pequeños. Algunos colegios han tenido incluso que prohibir a los alumnos vestir este tipo de calzado durante el horario lectivo. Se trata de un tipo de zapatilla más rígida de lo normal que lleva instaladas una o dos pequeñas ruedas en la planta del pie, normalmente en la zona del talón. Este anexo a las zapatillas les hace poder deslizarse por el suelo como si calzaran unos patines. Pero ¿es seguro para los niños llevar este tipo de calzado?
Como ha señalado el profesor de Podología en la Universidad Miguel Hernández de Elche, Roberto Pascual, lo más importante es entender que estamos ante un juguete, no ante un calzado adecuado para el día a día de los niños. Un reciente estudio dirigido por el propio Pascual concluyó que un 11% de los niños utilizan estas zapatillas como calzado habitual.
¿Qué problemas pueden sufrir los niños con un uso prolongado de las zapatillas con ruedines?
1. Las ruedas en la zona del talón, hacen que el tacón de la zapatilla sea más pronunciado de lo normal. Un uso prolongado de las zapatillas con ruedines, puede llegar a provocar metatarsalgia (dolor en la almohadilla plantar).
2. El hecho de que estas zapatillas lleven más tacón de lo normal, también conlleva un desplazamiento del centro de gravedad del niño hacia delante, con el consiguiente riesgo de pérdida de equilibrio y caídas. No es una marcha fisiológica y que con un uso prolongado puede llevar a provocar alteraciones en la marcha.
3. Esta posición del cuerpo al calzar las zapatillas con ruedines, puede provocar también acortamiento de la cadena muscular posterior (isquios, gemelos o sóleo). Hay que tener en cuenta que hablamos de niños en pleno proceso de crecimiento y que, ante una postura inadecuada, los músculos del cuerpo se pueden «acostumbrar» o crecer en torno a esta mala posición.
4. Como también cuenta el profesor Pascual en su estudio, otro de los problemas es la rigidez de este tipo de calzado. Con las ruedas, estas zapatillas se convierten en un calzado inestable. La forma en la que los fabricantes lo han resuelto es dándole más rigidez de la normal a las zapatillas para evitar que esta inestabilidad pudiera provocar torceduras de tobillo y esguinces. Sin embargo, el resultado es que esta rigidez impide al pie del niño hacer el movimiento completo a la hora de andar, modificando su marcha.
5. Otra de las características de este juguete que pueden ser perjudicial para la salud del niño, es el peso, mucho mayor al de un calzado normal.
(*) Clínica Kines y Hospital La Pedrera.