La manifestación convocada con motivo del 8-M reunió a centenares de personas en la calle Marqués de Campo. Al finalizar el recorrido, la escritora Pepa Guardiola leyó un manifiesto reclamando que no se dé “ni un paso atrás en los derechos conseguidos por las mujeres que hay quien nos quiere quitar”. Se lanzaron otras exigencias como el reconocimiento de la violencia machista, la protección a las víctimas de la violencia sexual, “un sistema judicial que ni sea machista ni patriarcal y que no criminalice a las madres ni a las criaturas” y un educación de calidad publica y laica, que “visibilice la aportación hechas por las mujeres referentes”.
