El artista y diseñador gráfico, Toni Ortolà, presenta la colección-catálogo Ratlla a Ratlla en la Casa de Cultura.
Si entendemos alegoría como “ficción en virtud de la cual un relato o una imagen representan o significan otra cosa diferente”, en esa definición encaja perfectamente el estilo con el que el artista de Ondara, Toni Ortolà, emplea para ofrecernos su particular visión de la realidad, que en numerosas ocasiones asocia a la crítica social.

El también diseñador gráfico de profesión —reconvertido en los últimos tiempos en artista fallero— ha presentado el catálogo Línea a línea, con el que recoge una cuarentena de obras que suponen una selección de las doscientas que ha ido plasmando a lo largo de una trayectoria de catorce años, desde que una noche el azar lo impulsó a coger bolígrafo y papel para intentar evadirse de las pesimistas noticias que circulaban por todas partes a raíz de la crisis de 2008.

El acto de presentación, contrariamente a lo que es habitual, ha estado respaldado por dos, digamos, “deudores” de la creatividad de ese don innato con el que cuenta Ortolà para diseñar portadas de libros y de la generosidad que atesora a la hora de cederlas, como han sido el cronista de Ondara, Robert Miralles, y el también escritor ondarense Jovi Lozano-Seser.
Al primero le ha correspondido el retrato vital de aquella familia que recaló en el Ondara de los años sesenta del pasado siglo, entonces de febril actividad comercial en el momento álgido de la naranja, para montar aquella primera imprenta del municipio que supuso Gràfiques Ortolà, con el condicionante de evitar hacerle la competencia a la de Pedreguer, en la que habían trabajado, y que, a la postre, proporcionó al segundo de sus hijos un ambiente de tinta, hojas, láminas, lápices y otro material con el que desarrollar un instinto que con los años se convirtió en pasión. Pasión que, según ha podido constatar el cronista, le lleva a afirmar que “el realismo sin rayas es hacer una foto, y él prefiere la raya”.

“Toni tiene en sus manos unos auténticos instrumentos de percusión y es su particular manera de descargar los nervios”, ha afirmado Miralles, a quien las experiencias compartidas, como la maquetación del volumen de investigación histórica Ondara, siglo XX, le han llevado a calificarlo como “una persona que parece quieta pero no indecisa, que aunque es suave en las formas lo hace todo bien, dentro de esa filosofía tan particular de ‘no te preocupes, que si la cosa no tiene remedio no hace falta hacerlo y ya se solucionará si lo tiene’”.
UNOS DIBUJOS IMPACTANTES
Por su parte, Lozano-Seser ha puesto el foco en lo difícil que resulta hoy en día sacar adelante un proyecto como el catálogo mediante crowdfunding, y que haberlo conseguido demuestra la profundidad de la obra de un Toni que, a su entender, “tiene en el trazo su manera de expresarse”. Como ejemplo de esto ha citado la obra El crit del País Valencià que, según él, desde la intención inicial de que la lámina fuera el objeto del galardón de los premios 9 de Octubre Vila d’Ondara, ha traspasado las fronteras comarcales para constituirse en toda una referencia reivindicativa de los valores que le dan a los valencianos, como pueblo, identidad y singularidad.
Asimismo, ha incidido en el hecho de que la portada para la novela Després de maig, abans de l’estiu fuera tomada por Ortolà de la exposición protagonizada en la Torre del Rellotge de Ondara, siendo una de las dos excepciones en las que la editorial Bromera le ha permitido elegir la primera página a uno de sus autores. “Has conseguido llegar a la gente, que es lo más importante para un artista”, sentenció.
Ambos ponentes cedieron la palabra al autor para que destacara el carácter de recopilación de dibujos realizados con la técnica del grafismo, superponiendo unas líneas sobre otras para dar textura y tonalidad a lo que surge de la transmisión del cerebro al pulgar y de éste a los bolígrafos marca Bic, con incursiones ocasionales hacia la cera Manley, la acuarela o el pastel a la hora de sombrear figuras.
POEMA DEDICADO

La explicación ha dado paso a la rapsodia de su hija Lluna, que puso voz a los versos:“Gràcies a tú he aprés la importància/de la mirada/i gràcies a la teua història/ -de tinta als dits/ i temps-/ crec fermament/que podré passar tota la vida/fent allò que em fa feliç/ sense preocupar-me de tornar/il·lusòriament al principi/com en un quadre de Escher” los cuales han sido incluidos en el catálogo por su hijo Sergi, y que elevaron en varios grados la emotividad del acto.
La trascendencia del legado artístico del protagonista quedó patente cuando pidió la palabra entre el público el novelista José María Fraguas de Pablo, procedente de la madrileña Feria del Libro, ubicada en el Parque del Retiro, y al que el cierre de este por calor la tarde del viernes le había motivado a desplazarse a Ondara para rendir homenaje al autor de la portada de Desde el solitario mirador del olvido. El reconocido novelista pidió la palabra entre el público para dejar constancia del impacto de la composición gráfica de Ortolà con la que ilustró su última obra entre los visitantes del stand donde firma estos días, hasta el punto de que la editorial decidió colocarla en un lugar preeminente.

“MOLTES RATLLES,…AIXÒ SI,…NEGRES”
“Estoy encantado de que el mundo del dibujo me haya llevado a conocer a toda la gente que aprecio y que me aprecia”, afirmó el autor de La fuerza de las miradas antes de proceder a entregar, por sorpresa, cada una de las obras que en su día formaron parte de esa muestra a quienes les permitieron retratarse con aquellas mascarillas que suponen un mal recuerdo del aislamiento social que supuso la época del COVID.
La crítica social, que suele canalizar hacia el surrealismo que va aparejado a los sueños, es reivindicada en la contraportada del catálogo con un tono irónico: “Moltes ratlles,…això sí, negres”. Todo un aviso para navegantes.