Ahogamiento en el niño

Dr. LUIS SANTOS SERRANO (*)

Como cada verano algún niño acude a nuestras urgencias tras haber sido rescatado de una piscina.
Afortunadamente casi todos se corresponden con lo que llamamos ahogamiento incompleto o casi-ahogamiento. Es decir, niños que tras su reanimación y unas horas de ingreso recuperan su vida normal.
El perfil de los que asistimos son niños pequeños, alrededor de los 3-4 años y turistas no acostumbrados a convivir en casas con piscina. Pero la mala fortuna puede ocurrirle a cualquiera.
Desde hace años insistimos desde estas páginas la necesidad de controlar exhaustivamente a los niños cuando están  cerca de una piscina. Las horas de la siesta o durante la comida son las más peligrosas puesto que es el momento en que los adultos pueden perder el control del niño.
Como siempre lo más importante es la prevención, no basta con saber que el niño sabe nadar o flotar o que lleva manguitos o flotadores, estos a veces no son suficientes o pueden salirse con facilidad.
– Evite elementos atractivos para los niños (juguetes, etc.) dentro y alrededor de la piscina.
– Cercar la piscina en forma adecuada y con puerta segura: cerca de 1.5 m de altura mínima y 12 cm. o menos de distancia entre barras verticales. 
 – Cuando no se vaya a usar de forma inminente es mejor que la piscina se mantenga cubierta.
– Y recuerde: Nunca deje un niño solo cerca de una piscina.
Es deseable que los padres o vigilantes sepan como rescatar a un niño. Lo que denominamos RCP (reanimación cardiopulmonar) básica.
Lo recordamos brevemente. Tras sacar al niño fuera del agua:
– Despejar y mantener permeable la vía aérea, (boca y nariz), valorar estado de inconsciencia y si observamos que no respira:

– Realizar ventilación boca a boca. Cubrir boca y nariz en el niño pequeño.  Tapar nariz y cubrir boca en el niño mayor y adulto.
– Inicialmente hacer 5 insuflaciones de rescate mantenidas durante 1-2 segundos. Posteriormente coordinar con el masaje cardíaco en la cadencia aconsejada (5/1 en pequeños ó 15/2 en niños mayores)

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Si observamos que no tiene latido cardíaco, iniciar masaje Cardíaco y ventilación con una relación de 5 compresiones por una ventilación en lactantes y niños hasta 7 años. En mayores  una relación de 15 compresiones por una ventilación. En el adulto y niños mayores, se hace masaje con el talón de la mano, deprimiendo el tórax. En el menor de un año con dos dedos como ilustra la figura.
Intentar vaciar el agua de los pulmones con alguna otra maniobra, si no respira, es perder tiempo. Inicie la reanimación inmediatamente.
El pronóstico depende esencialmente de las condiciones del rescate. Los siguientes son factores de mal pronóstico:
1.- Edad: 3 años o menos.
2.- Inmersión estimada mayor a 5 minutos.
3.- Falta de maniobras de reanimación dentro de los 10 primeros minutos que siguen al rescate.
4.- Estado de coma (falta de conciencia) al llegar al servicio de urgencia.
Ojalá que nunca lo tengan que usar, pero el saberlo puede salvar la vida a alguien en algún momento. Apréndanselo.

(*) Pediatra. Hospital de Dénia.

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