La lluvia se marchó el día de Sant Josep y dio paso a una mañana soleada, que recibió por todo lo alto a los falleros para vivir una de las citas más importantes de las fallas de Dénia: la ofrenda de flores. Marqués de Campo se llenó de gente, tanto en las sillas como de pie, porque el sol invitaba a disfrutar del acto en el que participaron 3.000 falleros. Ramos de flores, centros florales, claveles sueltos… Todo para homenajear a la imagen de la Mare de Déu, que fue «vestida» con flores al final del recorrido, en la plaza del Convent.

Las comisiones desfilaron en orden inverso a los de los premios, y finalmente lo hicieron las Falleras Mayores de Dénia, Carla Puerto y Laura Ramón; los cargos de la Junta Local, con Jaume Bertomeu en su último año como presidente. Los políticos observaron con atención sentados a la altura de la nueva plaza María Hervás.


La ofrenda tuvo agilidad, sin grandes pausas entre comisiones, y no hubo ninguna anécdota reseñable a lo largo del trayecto.






















