Un residente extranjero encontró en la mañana del jueves un paquete voluminoso flotando en el mar mientras se bañaba en la playa de Les Bovetes. Tras sacarlo a la orilla, vio que era un fardo de color amarillo y, como le resultó sospechoso, lo llevó a la Policía Local. Al abrirlo, los agentes comprobaron que contenía unos 30 kilos de hachís, por lo que llevaron el paquete a la Comisaría de Policía para que se hiciera cargo.

