Escritos de verano (IV): Sueños de embarazada.

juan_bta_codina_basA las que, como Inma, parirán en octubre.

Estaba tumbado sobre la grava de la playa de Xàbia, adormecido por el sol de la mañana, hora cercana al mediodía mientras la sombrilla me proporcionaba cierta sombra, no demasiada, pero suficiente para poder desde mi posición observar a los y las que a mi alrededor estaban. La sombra me proporcionaba la claridad necesaria y sin deslumbramientos tenía una buena perspectiva del entorno. Si hubiera llevado gafas de sol, de esas cuyos cristales se oscurecen dependiendo de la luminosidad y que impiden detectar la situación de los ojos, mi observación hubiera sido mejor. Porque puedes ver sin que los demás noten que ves o miras, y de esta forma pasar inadvertido.

Mes de julio. Ante mi se colocó una muchacha embarazada. Su preñez denotaba que estaba en el quinto/sexto mes. Es ese mes en que la redondez del vientre adquiere una perspectiva hermosa. Es un pequeño sol que sobresale o una luna llena menuda que destaca sobre la escultura de la mujer con una línea de perfección clásica. Es la figura que desearía un Fidias para esculpir o Miguel Ángel para su capilla. Porque en esa anatomía femenina la redondez se conjuga con las dos semiesferas superiores de radio menor, pero de grata visión para el espectador. La figura se destacaba como una sombra chinesca sobre la luz del día, y teniendo como fondo el azul luminoso de la mar y del cielo. No se percibían los rasgos identificativos de la mujer, porque solo se adivinaba la figura. Me bastó esto para gozar de un momento único en la playa. La visión de una maternidad teniendo como fondo los azules marinos y celestes, que no son iguales. Y es que os diré que el quinto y sexto mes del embarazo proporcionan una perspectiva bella de la estampa materna que se deteriora un poco en los dos últimos meses. Porque el equilibrio conseguido en ese primer periodo, entre la línea curva o curvas y la línea recta está perfecto mientras que en los dos últimos meses se desequilibra y destroza la perspectiva o proporción aurea.

Publicidad

Quinto mes de embarazo, de preñez. ¿Cuántos sueños en la madre? Porque la maternidad es cosa de mujeres y de madres que comparten sueños e ilusiones con el padre, pero donde ellas son las verdaderas protagonistas. Matriz, madre, son palabras llenas que comportan plenitud. El matricero hace las matrices para moldear. La madre en la cuba genera un buen licor. La madre en su matriz va moldeando a la pequeña criatura (creatura). Pero no solo la moldea, sino que le va transmitiendo junto al alimento físico, el alimento espiritual, porque la madre está en una cultura y tiene unos valores.

La madre piensa: ¿cómo será ese ser al que voy a mostrar la luz? Inma ya sabe que va a ser niña; antes no se sabía hasta el momento del nacimiento y entonces los sueños eran distintos. Pero hoy ya sabemos el sexo y esto da pie para en esos sueños maternos, la madre puede elegir la ropa, el color de las sábanas, la decoración de la habitación y aunque esto lo pueda compartir con el padre, no son iguales los sueños de la madre que los del padre.

¿Cómo será mi niña? ¿Qué le deparará la vida? Inma y las que parirán en octubre, no piensan en el/ellas, sino en el futuro ser y su devenir. No hace falta pensar en si tendrán una hora corta o no, sino en que el futuro ser salga bien a la luz.

El padre arropará, pero es la madre quien hará todo el trabajo. En este quinto/sexto mes, hay que disfrutar de esa belleza que da la maternidad, porque ser madre es algo bello y hermoso. ¡Felices momentos para el mes de octubre!

Suscríbete al boletín de noticias

Pulsando el botón de suscribirme aceptas nuestras Política de privacidad y Términos del servicio
Publicidad