El IES Josep Iborra participa en un proyecto pionero de fomento de la lectura
La biblioteca del Instituto Josep Iborra de Benissa se ha convertido en un tipo de restaurante italiano. Hace nada era un espacio sin vida y ahora ha acontecido un rincón donde recorrer mundo, conocer mil y una historias y hacer uso de la imaginación. Y todo porque el menú, un bufete libre, está integrado por libros de todo tipo. Los consejos del chef del Original Italian Pizza son muy claros: mira antes de elegir, consulta el menú, pasa por todas las mesas, revista todos los libros, déjate llevar por la vista, comprueba con la lectura, hiciera las catas necesarias y disfruta del placer porque cada plato ha sido cocinado pensado en ti.

Este buffet está dirigido al alumnado de primero de ESO. Es, por decirlo de otro modo, un servicio de préstamo donde los socios pueden elegir entre un buen puñado de libros, más de noventa, que están repartidos por cinco mesas. Tienen 15 minutos para registrar e investigar y después tienen que pasar a otra mesa. Si les ha gustado alguna propuesta de lectura, después tienen que llenar una ficha donde dan su valoración y si quieren leerla o no.
El Josep Iborra participa en un programa líder de fomento de la lectura a partir de una iniciativa de la biblioteca de la localidad de Palmera, en la Safor. El Ministerio de Cultura le concedió una subvención en formato de un lote de 182 libros de temática juvenil. Ahora bien, necesitaba implicar dos centros de enseñanza y, dicho y hecho, se subieron al carro el Josep Iborra de Benissa y el Joan Fuster de Bellreguard. Ambos centros se reparten los libros, un 50% cada uno de ellos, a fin de que los jóvenes hagan uso. Y después se los intercambian para dar más opciones de elegir uno. Hace nada estuvieron en el centro benisero el regidor de Comunicación de Palmera, Eduardo Mejías, y la bibliotecaria, Paula Mendoza, para ver vive y directo como va de bien el buffet literario.

Pero la cosa no acaba ahí porque, de hecho, hay más propuestas de fomento de la lectura. Se ha montado un taller educativo que consiste en charlas sobre un autor clásico. Al Josep Iborra le ha tocado Emilia Pardo Bazán y una ponente especializada se desplazará en el centro para llevar a cabo dos iniciativas. Para el alumnado de segundo de Bachillerato, hablará sobre los cuentos de Pardo Bazán y para los de cuarto de ESO tratará sobre las cartas que intercambió con Benito Pérez Galdós.
Por otra parte, el alumnado participa en un concurso a través de instragram, labiblio-iesjosepiborra, denominado Bookface donde tienen que hacer fotos relacionadas con una portada o título de un libro. Las más votadas serán las ganadoras. Otra propuesta que se llevará a cabo será adivinar el título de un libro a través de pistas o enigmas, hacer microrrelatos, poesías y, incluso, se han habilitado rincones de libros esparcidos por el centro.
En la hora del patio tiene lugar el Club de Lectura que cuenta con 23 jóvenes voluntarios, todo un éxito. Todos leen un mismo libro, ahora La Ecuación del primero beso, de Daniel Hernández Cárceles, que mezcla romance, misterio y aventura con las matemáticas como eje central. Y en cada sesión se hace una puesta en común para habla de los personajes, la trama, qué es el que más te gusta, etc. Y en el Patio Literario se escoge un libro y después uno de los participantes hace una exposición. Se harán también tertulias literarias a través de la IborRàdio.

El Josep Iborra es ya un centro promotor del programa Conectados al Talento y todas estas iniciativas forman parte de los Clubes del Iborra. El objetivo, en este caso, era dinamizar el uso de la biblioteca y lo han conseguido de lo lindo porque ahora tiene un mayor número de lectores que acuden al buffet a ver el menú y a degustar, gratis, alguno de los “platos” del chef.







