Realmente este pueblo no tiene arreglo, es demasiado fuerte el arraigo al odio y a la picaresca, la creencia de un origen único es símbolo de egoísmo complementado con falta de solidaridad, nos ayudamos entre nosotros, a los demás… que les zurzan.
Si puedo no pagar en el tren o el metro, si me dieron 5 euros demás en una vuelta en el súper, si puedo sacar alguna ventajilla…eso es picaresca que, llevada a las cantidades que se manejan en la política hace que pase lo que pasa… por suerte, las nuevas generaciones están tomando conciencia que ASÍ NO ES, que tenemos que volver al valor de la palabra, al valor de la honradez, al valor de la amistad, al valor de la solidaridad, a los valores humanos que valoran la vida sobre el Planeta.
Haciendo un análisis cotidiano, la corrupción está a flor de piel por todas partes, si las cifras no cuadran, inflamos los costes y ya está.
Nos quejamos que baja el petróleo pero no las gasolinas, al menos en la misma proporción, pero tampoco bajan los transportes ni los portes aunque hayan bajado las gasolinas.
La lucha entre valencianos, catalanes y mallorquines por la tenencia del idioma va más allá de la historia y sus orígenes, llega a la descalificación personal, al insulto, desprecio y odio entre dos pueblos que son un solo pueblo.
La falta de solidaridad, el individualismo domina a los humanos por todo el Planeta.
Hace unos meses contacté con un amigo en Argentina después de más de cuarenta años de no saber nada el uno del otro, ante mi pregunta sobre cómo iban sus cosas me dijo: «… y, yo estoy haciendo la mía…».
Pensé: «los demás que se aguanten»…
En este sálvese quien pueda, afloran las miserias humanas de tanto inhumano que anda por la calle, las empresas, la política, por el Mundo en general defendiendo a su familia y amigos más cercanos sin saber que si fuese menos egoísta, si pensase más en los demás, todos tendríamos una sonrisa permanente, se erradicarían las úlceras de estómago y los infartos.
Feliz día, a los que puedan, a aquellos que mirándose al espejo sean capaces de decir, «soy una buena persona».