Seamos serios con los accidentes de tráfico

Guillermo_Ares_Opinion

Hay un estudio que nunca se permitió hacer público en el que se analizan las causas de los accidentes de tráfico en los años 80/90 cuando se alcanzaron cifras por encima de los seis mil muertos al año en accidentes, en el que se contabilizaban también los fallecidos después de varios meses del accidente causante.

Eran Semanas Santas de seiscientos muertos en accidentes de tráfico.

Publicidad

Este estudio sostiene que la responsabilidad de cualquier accidente de tráfico es del conductor.

Las carreteras y los vehículos son objetos estáticos que no actúan, las personas son quienes sobrepasan sus límites entrando en franjas de peligrosidad que no son capaces de dominar.

Cuando se argumentan carreteras en mal estado la realidad es que no se puede circular por ellas como si estuviesen impecables, hay que reducir la velocidad y aumentar la atención y sacar de pericia de donde no siempre hay.

Ante inclemencias del tiempo, carreteras heladas o nieblas intensas, el conductor es quien debe decidir si está preparado para afrontarlas o no, coche y carreteras no piensan, no tienen maldad ni aptitudes.

Conductores expertos han confesado desconocer o ignorar determinadas normas de circulación en beneficio de una circulación más ágil y por qué no, segura.

Si a día de hoy se sometiese a un examen riguroso a todos los conductores, las cifras de suspensos serían realmente alarmantes, tan alarmantes como las de muertos en accidentes de tráfico.

En general, el conductor medio no está preparado para reaccionar debidamente ante imprevistos, no sabe cómo actuar ni cómo dominar el vehículo en casos muy lejos de ser extremos.

Las autoridades son más o menos conocedoras de este tema, pero las presiones son económicas, si sólo diesen carné a quienes lo mereciesen, se venderían muchísimos menos coches, menos consumo de gasolinas, menos seguros, menos economías satélites.

Dicho de otro modo, tanto la DGT como los usuarios deberían dejar de culpar a objetos y cosas inanimadas ya que sólo se producen accidentes por impericia o distracción del conductor y dedicar algún tiempo de ese que se pierde en tantas cosas sin importancia intentando aprender a controlar mejor esa máquina infernal llamada automóvil.

Suscríbete al boletín de noticias

Pulsando el botón de suscribirme aceptas nuestras Política de privacidad y Términos del servicio
Publicidad