La semana pasada se pusieron los puestos de artesanía en el puerto, hace algún tiempo me pregunté lo mismo que ahora: ¿no hay nadie en el equipo de gobierno de Dénia que sea capaz de ver que son horribles?
¿Y la oposición? ¿Y los propios usuarios de los puestos? ¿Y los amigos? ¿Y los vecinos?
Parece un cuento de poca monta que quienes han «gastado», me cuesta escribir «inversión», en rotondas, palmeras, monumentos, inútiles carriles bici (para lo que hay… no se hubiesen molestado) y tantas cosas que embellecen nuestra ciudad, no piensen en dar un aire más moderno y estético a los puestos en cuestión. 
Pasaron varios gobiernos, los puestos siguen siendo los mismos o al menos, igualmente feos, desaliñados y cochambrosos.
Si aceptamos como válido que la creatividad no tiene por qué estar reñida con el presupuesto, podremos asegurar que con un poco más de un bote de pintura y un poquito de imaginación, haríamos de esa zona un lugar más agradable a la vista, hecho que seguramente sólo sirva para atraer algo más de público y hasta beneficiar en parte a los artesanos que allí exponen.
Pero parece que eso sea cuestión menor como para que los responsables de estos temas cumplan con su trabajo seria y eficazmente.
Seguro que es más caro montar y desmontar a cada rato que darles un buen repaso, una mano de pintura con un diseño con algo de creatividad (si no es mucho pedir) y dejarlos permanentes todo el año que, aunque no cumplan su función de siempre, se los podría utilizar para otros fines o sencillamente dejarlos como un elemento decorativo.
Claro que para eso, sería necesario encontrar algunas nuevas funciones, diseñar un nuevo aspecto de ese espacio, en suma, mucho trabajo, especialmente salir del despacho no para ir a desayunar sino para tomarse el trabajo de buscar, a pie de calle, Innovación, la tan famosa «I» del I+D+I.
Si de presupuesto se trata, se puede convocar un concurso libre cuyo único premio para el ganador sea el que todos sepan que el cambio es obra suya.
Seguro que somos muchos los dispuestos a aportar ideas, incluso a colaborar llevando a cabo la pintada y hasta podríamos involucrar a alguna empresa del sector que regale la pintura, los rodillos y la cinta adhesiva.
La «I» es de Innovación, nada que ver con Imaginación ni con Ineficacia.
