Pequeños secretos de la farmacia

INÉS ROIG (*)

Si se le ha olvidado tomar la pastilla, no recuerda qué pauta le ha dicho el médico que debe seguir con el tratamiento o quiere saber por qué no puede comer espinacas si toma anticoagulantes, pregunte a su farmacéutico, él le sacará de dudas. El farmacéutico es el técnico del medicamento, por lo que conoce perfectamente su proceso de fabricación, la conservación, el mecanismo de acción, las incompatibilidades con alimentos u otros medicamentos y los efectos secundarios. Pero, además, existen otras cuestiones que conoce el farmacéutico y que a usted le interesan.

1. Los genéricos no siempre son más baratos: Una vez que se pierde la patente sobre un medicamento, cualquier laboratorio puede fabricarlo y el precio se reduce porque ya no tiene que amortizar los costes de investigación y desarrollo, es decir, pasa a convertirse en un genérico. Sin embargo muchas marcas reducen su precio y se colocan al mismo nivel que los genéricos.

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2. Las recetas contienen palabras clave: Es muy probable que a veces la receta que le proporciona el médico incluya abreviaturas que pueden parecer claves secretas. Son indicaciones para el farmacéutico. Por ejemplo, la más habitual, cifras del tipo «1-0-1» (tomar una pastilla en desayuno, ninguna en la comida y una en la cena), que hace referencia a la posología.

3. La receta electrónica no sirve en los viajes: La receta electrónica resulta muy cómoda para quien sigue un tratamiento fijo o necesita con frecuencia un fármaco concreto. El gran problema de la receta electrónica es que no es universal entre comunidades, es decir, la persona que se vaya de vacaciones fuera de su comunidad debe saber que su receta electrónica no es operativa.

4. Si se sigue un tratamiento, conviene reponerlo antes de que se acabe: No se debe esperar a que se acabe el tratamiento para reponerlo, porque pueden surgir problemas de desabastecimiento en la farmacia -aunque no es frecuente. Lo recomendable es que lo repongan con unos días de antelación

5. Por las tardes se está mejor: Si no es urgente adquirir el medicamento, el mejor momento para acudir a la farmacia y no esperar cola es por la tarde. Las consultas del médico suelen ser por la mañana, de manera que los pacientes salen del ambulatorio y se pasan por la farmacia a recoger las medicinas. Actualmente las farmacias tienen unas zonas de atención farmacéutica personalizada, que consisten en áreas privadas donde el paciente puede realizar su consulta al farmacéutico con mayor privacidad, ya que están obligados a guardar el secreto profesional.

(*) Farmacéutica

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