INÉS ROIG (*)
En cuestiones de baño, siempre surgen opiniones encontradas: que si no debes lavarte el pelo todos los días, que si es mejor por la mañana o por la noche, que si es mejor hacerlo en días alternos o hacerlo solo con agua sin usar jabón…
Consejos y sugerencias sobre cómo, cuánto y cuándo tenemos o no que ducharnos, hemos escuchado a mansalva, pero nunca son suficientes. Ducharse puede causar efectos adversos en el pelo, como que se estropee y fracture con facilidad, y el uso excesivo de productos podría dar lugar a la acumulación de restos de los mismos sobre el cuero cabelludo.
Son muchas las mujeres que defienden la postura de que con lavarse el pelo una o dos veces a la semana es más que suficiente para mantenerlo sano y con brillo. Del otro lado, otras cuantas personas independientemente del sexo, enjuagan y enjabonan sus cabellos a diario aprovechando que se meten en la ducha. Pero, ¿quiénes lo están haciendo bien?
La respuesta y, aunque pueda parecer una broma es, que sólo debemos ducharnos cuando lo necesitamos.
En los últimos 50 o 60 años (desde el advenimiento de cuartos de baño con duchas) la idea de que una ducha diaria era necesaria se ha convertido en un lugar común. Los hacemos por presión social y no por una necesidad real.
Como consecuencia de la necesidad social de oler bien, la ducha se ha convertido en una costumbre popular. Pero las glándulas sudoríparas que producen mal olor están en la axila e ingle, no en todo el cuerpo, advierten expertos dermatólogos, quienes recalcan la idea de que darnos un baño caliente cada día puede tener más efectos negativos que positivos: el exceso de higiene hace que perdamos el aceite natural que produce el cuerpo precisamente para proteger las células de la piel. Esto puede llevarnos a problemas reales porque nos hace más permeables a bacterias o virus, lo que se traduce en picazón, sequedad, descamación de la piel y la posible aparición de eczemas.
Hay áreas del cuerpo en las que sí es importante mantener una higiene constante y otras en las que deberíamos cortarnos un pelo: Mientras la gente se lave las manos y la cara con suficiente frecuencia y preste atención a la zona del cuerpo que está por debajo del cinturón, darse una ducha o baño cada dos días sería la opción menos dañina.
Ve tachando en el calendario para saber cuándo te toca la próxima y, eso sí, vale que abusar no es conveniente pero quedarte atrás puede resultar tan dañino para tu piel como para los olfatos de quienes te rodeen.