Mujeres caficultoras: el compromiso en la taza

Baleària sirve en sus barcos el café colombiano que produce AMUCC, con certificación ecológica y de comercio justo

En cada grano hay una historia de superación y resiliencia

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AMUCC, la Asociación de Mujeres Caficultoras del Cauca (Colombia), es un ejemplo de empoderamiento y de buenas prácticas agrícolas. Pero también de muchas otras cosas. Desde que se creó, hace 28 años, ha evolucionado incorporando nuevas técnicas y formas de trabajo en busca de un producto de calidad que se ajuste a los parámetros de producción ecológica y cuidado del medioambiente. La organización, que agrupa a 490 mujeres, nace de la necesidad de hacer frente a situaciones difíciles, derivadas de la violencia y el conflicto armado. El suyo es un café ecológico que lleva también el sello del comercio justo. En la Marina Alta encontraron en 2019 alguien que creyó en ellas, la naviera Baleària, que sirve el café de la asociación en sus barcos. Desde entonces hasta ahora son ya 70 las toneladas que ha adquirido.

Varias representantes de AMUCC han visitado esta semana las instalaciones de la naviera aprovechando su participación en Valencia en una reunión sobre sostenibilidad organizada por la ONU. En la Casa de la Paraula se organizó un acto público, en el que explicaron cuál es su día a día y cómo han evolucionado hacia prácticas sostenibles y artesanales en busca de la excelencia en el producto y del equilibrio con el entorno. Son ejemplo de lucha y de resiliencia frente a situaciones difíciles y ante problemas como el cambio climático, que trastorna también los cultivos.

Explicaba la presidenta, Elisabeth Trujillo, que la asociación nace de la necesidad y que está formada por mujeres comprometidas. Han dicho no a las quemas, a las talas, a dejar el suelo descubierto, a los herbicidas o a utilizar bolsas de plástico. Su compromiso va más allá del medioambiente y alcanza a las generaciones futuras. Porque les preocupa la herencia que van a dejar a sus hijos y que puedan abandonar su tierra y olvidar de dónde vienen.

La asociación ha supuesto para ellas una mejora de la calidad de vida y también muchos cambios en la cultura de trabajo. Apuestan por la formación y la aplicación de nuevas tecnologías para hacer frente a plagas y enfermedades cuidando siempre del entorno.

Desde la misma asociación se facilitan créditos a un interés mucho más bajo que el oficial para poder aportar a cada mujer un recurso que le permita mejorar la producción y su situación, explicaba Victoria, la encargada del llamado fondo revolvente.

Baleària, con el apoyo de su fundación, comenzó a trabajar con AMUCC hace seis años. En 2024, según ha explicado Hipólito Rodríguez, director del departamento de Servicios a Bordo de la naviera, les ha comprado 17 toneladas de café y con ello, remarcaba, ha contribuido a mejorar la situación de muchas familias en Colombia.

La caficultura ha proporcionado independencia económica a estas mujeres, que pertenecen a 10 municipios del departamento del Cauca, y ha revitalizado la vida campesina, creando nuevas oportunidades de trabajo en una apuesta por la igualdad y el comercio justo. El proyecto cuenta con el apoyo técnico y económico de la Gobernación del Cauca y de varias entidades como Supracafé, proveedor de Baleària.

Como decía Maricela, “detrás de cada taza de café hay una historia” y también, precisaba María del Mar, otra de las asociadas, “un trabajo por convicción” y “mucho amor”.

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