La caravana de la hostelería, en defensa del sector tras el cierre decretado por la Generalitat, ha llenado las calles de coches,camiones y motos en un acto de protesta sin precedentes. Han participado más de 200 vehículos, que haciendo sonar sus claxons han conseguido colapsar el casco urbano.
La concentración se ha iniciado pasadas las 9 de la mañana desde el recinto de Torrecremada, desde donde la presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Cristina Sellés, ha reclamado ayudas para garantizar la supervivencia de uno de los sectores más importantes de la economía local. Sellés ha manifestado que "no somos un foco de contagios" y ha lamentado que los hosteleros están "pagando el pato" de las consecuencias de la crisis sanitaria y económica por la pandemia.
Los hosteleros están "desesperados" y por eso se han lanzado a la calle para expresar su indignación porque lo tienen muy difícil para mantener sus negocios abiertos. 
A la protesta se han unido también proveedores y algunas empresas auxiliares de la hostelería, que también están afectadas por el cierre de los negocios, así como miembros de asociaciones de hostelería de Xàbia y de Teulada-Moraira y del Cercle Empresarial de la Marina Alta.
