Misticismo, erotismo y poesía, una relación indisociable

Carles Mulet presenta su tríptico erótico-amoroso Tabernacle

Tres pequeños poemarios centrados en la temática amorosa dan cuerpo al último trabajo de Carles Mulet, Tabernacle. Tríptic eròtico-amorós. Son poemas inéditos, algunos escritos hace más de 25 años, estructurados de forma que dan unidad al libro. Porque al autor, como confesó en la presentación, le gusta que sus obras poéticas tengan un hilo conductor. Así, a través de sus versos, ofrece una gradación de la vida sentimental, un tipo de periplo del sentimiento amoroso y la pasión.

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El título del libro, donde queda patente la influencia de la poesía mística y el simbolismo, no ha sido escogido al azar. El tabernáculo es un término de origen latino que significa tienda de campaña. Hace referencia a la tienda donde los hebreos guardaban el arca de la Alianza, que contenía las tablas de la Ley, durante el éxodo. En el caso de la compilación de poemas, como decía Carles Mulet, es símbolo del cobijo que se requiere para la historia amorosa. 

El amor se entiende como una vivencia propia, de cada cual, que no se puede explicar . El autor distingue en la historia amorosa tres frases que hace coincidir con las tres partes en que divide el libro: una fase de deslumbramiento, donde los poemas son reflejo del enamoramiento y la idealización de la persona querida; una segunda que ha titulado ‘Yo eres ella’, una frase que une primera y segunda persona para expresar que los dos protagonistas del enamoramiento son un ser diferente completo, fruto de una fusión acontecida de la plenitud de ese encuentro amoroso; y una tercera fase que hace referencia a la dedicación que requiere el amor, que siempre está en peligro y siempre en construcción, día a día. 

Los versos de Mulet desprenden una sensación de suavidad, de dulzura, de calma contemplativa -remarcaba Lalo Arrarte, que lo acompañó en la presentación- en contrapunto a las corrientes turbulentas de la pasión, el éxtasis y el deseo. El filólogo destacó la riqueza léxica del trabajo, donde se percibe una presencia destacada de la naturaleza y de los símbolos así como la influencia del misticismo. Porque la mística, matizaba por su parte el poeta, ha sido fuente de inspiración de la poesía erótica. “Misticismo, erotismo y poesía tienen una relación inseparable”, añadía.

A lo largo del libro, el autor incluye citas del Cantar de los Cantares y de autores como Ramon Llull, San Juan de Cruz y Octavio Paz, entre otros, y hace un pequeño homenaje a Joan Salvat- Papasseit con un haiku, un tipo de composición que es muy de su gusto. 

Si Lalo Arrarte definía su poesía como “arraigada en la tierra y la vida”, Carles Mulet lo reafirmaba al hablar de la autenticidad, de su interés por la palabra viva y el sentido primigenio de las palabras, la importancia de mantener el ritmo y la musicalidad, el sentido de lo maravilloso o el hecho de que el poeta tiene que dejar trazas se sí mismo en su poesía.

El acto de presentación del libro, que hizo en la Biblioteca Juan Chabás de Dénia, se cerró con un recital de poemas del Tabernacle. Tríptic eròtico-amorós de Carles Mulet a cargo del rapsoda Joan Femenia.

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