No pudo ser el milagro, a pesar de que por momentos se asomó en el Diego Mena. El Dénia será equipo de Primera FFCV la próxima temporada tras volver a perder, en este caso ante el Carcaixent (3-4), y sumar su séptima derrota consecutiva. Han pesado demasiado los condicionantes en contra: la pérdida de confianza, la racha de malos resultados, el vértigo del descenso, la falta de experiencia para gestionar estos momentos y, si se quiere, también el árbitro, que dejó con nueve a los groguets.
El partido siguió el guión de otras veces. El Dénia, que sale con ganas, con más corazón que cabeza, se encontró con el 0-1 a la media hora de partido, con tanto de penalti. Cuando se mascaba la tragedia, logró empatar el Dénia con un gol de Aaron, pero luego llegó la expulsión por doble amarilla de Óscar López y el 2-1 de Ángel Ahumada en un trepidante final de la primera parte.
En la segunda mitad, el Dénia salió con orden, aunque en apenas cuatro minutos —del 70 al 74— el Carcaixent se puso de nuevo por delante. Igualó de nuevo Gonza, de penalti, pero poco después llegó la segunda expulsión, en este caso de Tomás Calvo, que vio dos amarillas en la misma acción. El Dénia estaba ya muy nervioso, como que ni tan siquiera le servía el empate, justo cuando el conjunto visitante logró de nuevo desnivelar el marcador a su favor y dejar el 3-4 definitivo. 
Y se hizo el silencio, en la tarde más triste del fútbol dianense en muchos años, más bien décadas. Desconcertante, además, que no se hubiera ninguna manifestación de disconformidad, tal y como están las cosas. Se vació rápido el Diego Mena.
Y el club groguet, que cae ahora a posiciones históricas, desconocidas. Y lo peor, con una crisis social galopante y una situación jurídica por resolver que dejan un futuro al club lleno de incertidumbre.
