La Fira del Llaurador de Llíber ha llenado de ambiente y expectación las calles del pueblo, ocupadas por estands y puntos gastronómicos. Una feria con la que Llíber reivindica su carácter rural y agrícola y con la que pone el foco de interés en la tradición de l’Escaldà.
Precisamente, la escaldà del domingo fue el acto central de la programación. Un gran público, entre ellos visitantes de distintas zonas de la geografía valenciana, se congregó frente a la caldera para participar en esta experiencia inmersiva. Además de los vecinos del pueblo, en especial los carreters y las amas de casa, también los visitantes pudieron involucrarse en el proceso de conversión de la uva en pasa.
La uva utilizada fue recolectada esa misma mañana con la colaboración del público, en la fase conocida como vendimia.
Tras el posterior almacenamiento en el riurau del Ti Ganxo, la uva fue transportada por las caballerías de los carreters, que realizaron un recorrido por el núcleo urbano acompañados de música de dulzaina y tabalete. El espectáculo de la escaldà, con todo su proceso, fue seguido con enorme expectación.
Posteriormente, la actuación de la Muixeranga de la Marina Alta llenó el recorrido hasta la plaza con castillos humanos, conocidos como castellets. Por la tarde, el grupo de danzas La Llata de Gata y un espectáculo de fuego pusieron el cierre a un fin de semana intenso y cargado de actividades para todos los públicos.
FOTOS Cornelia Lekkerkerk












