La polémica sobre la política de vivienda en Xàbia sigue más viva que nunca. Esta semana, los portavoces de los grupos municipales del PP (Pere Sapena), PSOE (José Chulvi) y Compromís per Xàbia (Carme Català) han puesto de manifiesto las tensiones entre diferentes enfoques, las necesidades sociales y las implicaciones económicas en un debate en ONDA CERO MARINA ALTA, conducido por Sergio Dénia y Alba Alborch. El debate se centró en la próxima construcción de viviendas sociales en un contexto donde el turismo y la escasez de vivienda accesible han generado gran preocupación en municipios como Xàbia.
Català expresó su preocupación por los costos asociados a la construcción de viviendas, señalando que las empresas adjudicatarias de los proyectos obtendrán beneficios excesivamente altos. La portavoz de Compromís criticó la política de la Conselleria, que, según ella, favorece a estas empresas al ofrecerles condiciones que permiten obtener grandes beneficios con bajos costos de producción.
Por su parte, Pere Sapena, portavoz del gobierno local, defendió la necesidad de avanzar con el proyecto de viviendas sociales, argumentando que cualquier alternativa podría ser aún peor. Aseguró que, sin intervención pública, sería muy difícil generar viviendas a precios asequibles, dado que las empresas privadas son reacias a realizar grandes inversiones en este sector. Aunque reconoció algunas imperfecciones, Sapena considera que el proyecto actual es una solución viable para ofrecer alternativas a los jóvenes, y en su opinión, el precio de estas viviendas está regulado y es razonable para quienes buscan acceder a un hogar en propiedad.

La controversia de la piscina
Uno de los temas secundarios que emergió durante el debate en ONDA CERO MARINA ALTA fue la inclusión de piscina en los complejos de viviendas sociales. Català y Chulvi, portavoces de la oposición, argumentaron que añadir una piscina es innecesario, dada la proximidad de la playa y los altos costos de mantenimiento de estas instalaciones a largo plazo. Aseguraron que estos gastos adicionales podrían ser un lastre para las familias que, con suerte, accederán a viviendas de bajo precio. En cambio, Sapena no comparte esta visión y subrayó que la piscina es una característica atractiva para las futuras familias, aunque esta postura no fue bien recibida por quienes consideran que es un lujo innecesario en el contexto actual.
Català propuso que, antes de seguir construyendo más viviendas, se debería tomar en cuenta la situación actual del mercado, marcado por el turismo desmedido y la proliferación de viviendas turísticas. Según Català, la regularización del alquiler turístico y la fijación de un precio máximo para los alquileres deberían ser medidas cruciales antes de emprender nuevos proyectos residenciales. La vivienda vacía y las viviendas turísticas ilegales son, para ella, los problemas primordiales que deben abordarse para frenar la burbuja inmobiliaria que ha disparado los precios en la zona. Además, destacó que el precio del alquiler en Xàbia ha alcanzado cifras alarmantes, superando los 1.100 euros mensuales, lo que se aproxima al salario de una sola persona. En este sentido, propuso regularizar el alquiler y aplicar ayudas al alquiler para familias con rentas bajas, antes de continuar con la construcción masiva de nuevas viviendas.
Más pactos y colaboración municipal
El socialista José Chulvi subrayó la necesidad de un gran pacto entre los grupos municipales para abordar la cuestión de la vivienda de manera efectiva. Destacó la importancia de incrementar el número de viviendas en alquiler público y propuso medidas adicionales, como una moratoria en la emisión de licencias para viviendas turísticas, que considera fundamental para controlar los precios de los alquileres en el municipio.
Chulvi también abogó por limitar la conversión de locales comerciales en viviendas, una tendencia creciente que podría agravar aún más la escasez de viviendas destinadas a los residentes locales. Además, propuso la creación de bonificaciones y ayudas tanto para propietarios como para inquilinos de vivienda habitual, con el objetivo de incentivar el alquiler de larga duración frente a las propiedades turísticas.
La oposición expresó su preocupación por las nuevas regulaciones urbanísticas impulsadas por el gobierno autonómico, especialmente en lo que respecta a la construcción de viviendas de menos de 40 m², lo que, según ellos, podría afectar la calidad de vida de los futuros residentes.
La alcaldesa «ausente» responde
La alcaldesa de Xàbia, Rosa Cardona, que había excusado su ausencia en este encuentro debido a un tema de agenda, hizo posteriormente unas declaraciones en Dénia FM. Cardona es consciente de la problemática de la vivienda social y de la necesidad de ofrecer soluciones a la juventud local. En sus declaraciones, puso énfasis en que uno de los objetivos más importantes de su gestión es evitar que los jóvenes tengan que marcharse del municipio por falta de opciones de vivienda.
Cardona destacó que los jóvenes desean independizarse de la casa de los padres, pero para ello necesitan una vivienda que ofrezca espacios adecuados, como una terraza o una zona de cocina-comedor abierta, y, en algunos casos, dos habitaciones. La alcaldesa subrayó que lo fundamental es poder ofrecer opciones de vivienda asequibles para los jóvenes de Xàbia, permitiendo que puedan quedarse a vivir y trabajar en su propio pueblo. Según ella, «hacer crecer a Xàbia» y permitir que sus habitantes no tengan que abandonar la localidad para desarrollarse es una prioridad.
Cardona también hizo referencia a la necesidad urgente de vivienda y mencionó que el Ayuntamiento necesita “sí o sí las 16 viviendas” que se están obteniendo a través de un proceso de permuta. Estas viviendas no solo están pensadas para la juventud, sino también para aquellos que requieren alojamiento temporal, especialmente a través del Departamento de Servicios Sociales, que necesita espacios para personas que, por diversas circunstancias, no tienen un hogar estable.
En cuanto al tamaño de las viviendas, Cardona reconoció que ha surgido debate sobre el tamaño reducido de los pisos (minipisos), pero aclaró que el verdadero problema no es el tamaño, sino la falta de vivienda. «Lo importante es tener un espacio donde vivir, no que sea más grande o más pequeño. El problema es no tener vivienda», concluyó.